Compartir

 

ROBERTO RAMÍREZ BRAVO  /

 

En corrillos políticos dentro del Partido de la Revolución Democrática (PRD) se está empezando a hablar de un posible choque de trenes en las filas del sol azteca, especie de guerra fraticida, si se quiere, porque no solo implicaría a dos personajes relevantes de este partido, sino a dos de la misma corriente perredista.

Se trata de una posible disputa entre la secretaria general del CEN, Beatriz Mojica Morga y el alcalde de Acapulco, Evodio Velázquez Aguirre, por una posición que hasta hace poco era impensable: la presidencia municipal del puerto.

Para nadie ha sido un secreto que el alcalde ha acariciado la idea de buscar la reelección en el cargo, una vez que esta ha sido aprobada por el Congreso, lo que podría verse como natural, mientras que, se decía en corrillos, Mojica Morga buscaría ser candidata al Senado, habida cuenta del posicionamiento que tuvo cuando compitió por la gubernatura.

Sin embargo las cosas han cambiado un poco, o lo parece, porque de pronto se habla en público y en privado de la posibilidad de que en realidad, Mojica Morga pueda buscar la presidencia municipal de Acapulco.

El que ella no sea originaria del puerto, ni se encuentre radicando en él, tampoco es ninguna razón para descartarla, pues la historia demuestra que un poco de previsión política puede allanar escollos para quienes quieran competir en esa circunstancia. Por cierto, y aprovechando el paréntesis: para quienes sostienen que el otro aspirante, Víctor Aguirre Alcaide, ex diputado federal por La Montaña, no debe ser candidato en el puerto por falta arraigo, les espera una sorpresa, pues el ex legislador no solo está avecindado en estos momentos, sino que es nacido en Acapulco, crecido en el polvo y el viento de Renacimiento, aunque haya vivido una parte de su vida en Tlapa.

Regresando con el tema de Mojica y Velázquez, no solo hay versiones que apuntalan la posible preferencia de la ex candidata a involucrarse en una lucha por esta ciudad, sino que también hay encuestas que la posicionan como una persona con fuerte presencia en el puerto, y con menos, mucho menos percepción negativa de la que tiene el alcalde.

Su posible participación por Acapulco sería una sorpresa, aunque Mojica Morga se haya movido siempre en medio de las sorpresas. Sorprendió, por ejemplo, cuando apareció como precandidata a la gubernatura cuando no se le veía posicionada, pero se convirtió de manera repentina en posible sucesora de Ángel Aguirre. El no haber conseguido el interinato la convirtió en aspirante fuerte a la candidatura, y luego en candidata. A pesar de encabezar un partido que estaba seriamente golpeado por la desaparición de los 43 normalistas, por el descabezamiento de su gobierno tras la caída de Aguirre, y por la división de la izquierda, al separarse Movimiento Ciudadano de la alianza, de todas maneras se convirtió en una candidata que arañó la gubernatura y estuvo a punto de ganarle al candidato priista, puntero desde el principio. Tras perder la gubernatura, y cuando apenas un año antes era poco conocida, se convirtió en secretaria general del CEN del PRD, y por un tiempo estuvo encargada de la dirigencia nacional luego de la renuncia de su presidente Agustín Basave.

Así que, sorpresa, lo que se dice sorpresa, no sería verla compitiendo en Acapulco. Este escenario se crea con los resultados de las encuestas que ha tenido el PRD, en las que la figura de Mojica Morga es alta y con muchos positivos, mientras la del alcalde es alta –casi todos lo conocen- pero más de la mitad con menciones negativas. Un enroque –él a la senaduría, ella a la alcaldía- podría explicar la decisión del cambio, inclusive si en estos momentos es solo una valoración indefinida.

Tampoco es de esperar que Velázquez Aguirre vaya a dejar el espacio de una manera tan simple, lo que se ve en la campaña que se está lanzando desde el municipio para hacer visibles los logros que ha dejado el actual gobierno. Al menos, no soltará una pieza sin tener amarrada la otra.

Con todo, sería un error del edil que solicitara licencia para separarse del cargo sin haber pagado sus adeudos a los proveedores, que no aguantarían una promesa más.

El problema que enfrentaría Beatriz Mojica en todo caso, sería que el Acapulco que ella conoció en la campaña a gobernadora no es el mismo que podría venir a conquistar: muchos de los rostros perredistas que estuvieron con ella en 2015 ahora van a aparecer, pero en el equipo de Andrés Manuel López Obrador, haciendo campaña, justamente, en su contra.

Las encuestas también hablan de eso. La de Consulta Mitofsky, que se dio a conocer hace unos días, y que da a Morena el primer lugar en preferencias en Guerrero, tiene resultados muy parecidos a otras encuestas. Si para agravar el asunto, el PRD formaliza su alianza con el PAN –partido que en Guerrero y en Acapulco mayormente, tiene poca presencia en términos de militancia-, solo consolidaría la acusación obradorista de que la dupla forma parte de la mafia en el poder.

Así que por donde se le vea, el escenario es complicado para el sol azteca. La renuncia de Rosario Merlín –que tal vez no se lleve a Morena los 20 mil perredistas que dice tener, pero sí una cantidad significativa- va a tener sin duda el efecto de la bola de nieve.

Solo hay que observar. Al final, aún son tiempos de las conjeturas.

 

Compartir:

Dejar una respuesta

Please enter your comment!
Please enter your name here