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* Presenta el escritor su libro Asalto a un poder, el asesinato de Armando Chavarría

SANTIAGO HERRERA   /

 

Acapulco, 18 de noviembre de 2017. El escritor  Marco Antonio Monge Arévalo señala que con la publicación del libro Asalto a un poder, el asesinato de Armando Chavarría, lo que buscó fue demostrar “cómo el Estado puede fabricar teorías de un asesinato y que ese asesinato siga impune”.

Monge Arévalo presentó su libro en el segundo día de actividades de la Feria del Libro Sindical y Popular, el viernes por la noche, y en él va desdeñando todos los detalles, personajes e historias que rodean el caso del asesinato de Armando Chavarría Barrera, cuando este era presidente del Congreso de Guerrero, hecho que conmocionó a la clase política en México.

El libro se origina, comenta su autor, a raíz de que logró tener acceso al expediente del caso, y de algunas entrevistas que logró realizar a personajes que tienen que ver de manera directa o indirecta, retomando las cuatro líneas de investigación presentadas por la Fiscalía.

“Son las cuatro líneas de investigación que el Estado le dio seguimiento desde el gobierno de Zeferino (Torreblanca Galindo, gobernador cuando Chavarría fue asesinado), que tiene que ver con la línea pasional, la guerrilla, la cuestión política y la cuestión del crimen organizado. Tuve acceso al expediente, a documentos oficiales, entonces a partir de ahí es como se desglosa o fue desglosando el material, en esas cuatro líneas de investigación que hizo el Estado”, señaló.

Agregó que con el libro también buscó demostrar “cómo el Estado puede fabricar teorías de un asesinato y que ese asesinato siga impune, si eso es con el asesinato de un político relevante, con poder económico, qué será contigo o conmigo, con todos los casos de asesinatos en este momento, que son, que están fabricando o nada más los están desechando, los están tirando”.

Abundó en que “yo creo que eso es lo relevante del material, también el uso de los medios para establecer teorías como reales, como Milenio, aventó toda la información y un lector común va y dice ¡ah, estaba vinculado con ciertas mujeres y por eso lo mataron!, ¡ah fue la guerrilla y por eso lo asesinaron!”

“Este libro -precisó- no tiene una conjetura de quién asesinó a Armando, presenta en principio cual fue la figura de Armando en el Congreso del estado, y esas teorías que marcó el estado guerrerense para este caso, y la relevancia digamos, es como el propio estado marca cuatro (líneas), pero de esas cuatro hasta este momento no ha habido resultados”.

Monge Arévalo se dijo sabedor de no poder hacer pública su percepción de quién o que orilló al asesinato; “no puedo decirlo, por distintas razones, la principal porque se me acusaría de defender a personajes o defender incluso a Armando Chavarría y mi punto en este momento no es ese”.

“Yo presento un personaje de carne y hueso que al final negoció con el PRI, negoció con todo, y era un negociador pero en base a intereses personales, en base a intereses que él quería ser gobernador, él llega al Congreso local a ser diputado local y a ser presidente de la Comisión de Gobierno, porque sabía que esa comisión le dejaba rentabilidad económica, política y mediática, por eso te digo, no puedo yo plantear una hipótesis porque se me lincha mañana, si de por sí El Sur me linchó en su momento, es eso”, dijo.

Foto Santiago Herrrera.

En el libro, entre las cuatro líneas que están abiertas, Monge Arévalo aborda el de la guerrilla, sobre lo cual señala que, de acuerdo con las investigaciones, pudo haber sido el desalojo de normalistas en el Congreso, el no haber asumido una postura en contra de la presa La Parota, en los bienes comunales de Cacahuatepec o la de no promover la ley de amnistía como diputado local, así como también la de “concretar su relación política con el PRI, principalmente con Héctor Vicario y Rubén Figueroa, por no cumplir con las líneas políticas e ideológicas de esas organizaciones radicales que convergen en el PRD, por apoyar a Zeferino Torreblanca como su secretario de Gobierno, estos digamos son los ejes centrales por los cuales la guerrilla habría, digamos, sentenciado a muerte a Armando”.

Por otra parte, abunda en que en diversas entrevistas sostenidas con personajes del Partido dela Revolución Democrática (PRD) que ahora están en el partido Movimiento de Regeneración Nacional (Morena), le indicaron que “efectivamente, Armando estaba inclinado hacia Rubén Figueroa, que tenía vínculos con Rubén Figueroa y que era uno de sus consentidos, yo no trato de ensalzar la figura de Armando, lo que trato de hacer es un recuento de principio, también de cómo se negoció la Comisión de Gobierno al interior del Congreso Local, como se negoció la presidencia de la mesa directiva en ese momento”.

“Estaba Carlos Reyes Torres, un diputado del PAN y un diputado del PRI, Abraham Ponce Guadarrama, lo cual le dio amplio margen a Armando para poder negociar una, la presencia de la mesa directiva y dos la Comisión de gobierno, pero tenía amplias declaraciones de líderes del PRD que sí, Armando tenía muchos vínculos con Rubén Figueroa, hay que recordar que en el cumpleaños de Armando que se dio a conocer una fotografía, ahí estaba Rubén Figueroa, ahí estaba Héctor Vicario, los personajes ligados al PRI y ligados a la matanza de Aguas Blancas, uno de los hechos lamentables también que han ocurrido en este estado, estaban ahí con él”, señaló.

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