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* El ex comandante Antonio, fundador del ERPI, afirma que en Guerrero siempre existirá la violencia y es cíclica

SANTIAGO HERRERA   /

 

Acapulco, 16 de noviembre de 2017. El ex miembro y dirigente del Ejército Popular Revolucionario (EPR) y fundador del Ejército Revolucionario del Pueblo Insurgente (ERPI), Jacobo Silva Nogales, vaticinó que en el estado de Guerrero se avecina otra ola de lucha social, pues consideró que el estado es así, “siempre la violencia existe y es cíclica”.

Antes, dice el ex comandante Antonio, el Estado reprimía directamente, ahora lo hace “a través de una careta civil” que es la delincuencia organizada.

Silva Nogales fue miembro del EPR, grupo armado que operó en la sierra de Guerrero, posteriormente fue uno de los fundadores del ERPI, que fue una escisión del EPR. Fue aprehendido en 1999 y recluido en una cárcel de máxima seguridad, tras 10 años logra salir del encierro; este día presentó en la Feria del Libro Sindical y Popular en Acapulco su libro Los rasgos esenciales del Estado.

“En él -señala- hago un estudio teórico sobre el Estado, tratando de penetrar en lo esencial que hay en él y encontré 25 rasgos que tiene y que ha tenido siempre, porque es un libro que trata de encontrar los rasgos que ha tenido permanentemente, no los que tiene el Estado actual, ningún Estado en particular, todo tipo de Estado creo que tiene esos rasgos, aunque con distinta magnitud, pero los tiene siempre”.

-¿Cómo ve la lucha social actual en Guerrero?

-A partir de la desaparición de los estudiantes de Ayotzinapa, es obvio, hubo un incremento de la lucha social, pero que se ha ido desgastando y que va a dar lugar a otra ola, porque esto nunca va a dejar de ocurrir, en el estado de Guerrero las cosas ocurren como en todo el país, por oleadas, en ese caso una oleada fue originada a partir de la desaparición de los estudiantes de Ayotzinapa, pero yo creo que no tarda en haber otra, porque es así, en el estado de Guerrero es así, siempre la violencia existe y es cíclica.

Jacabo Silva Nogales. Foto Santiago Herrera.

Recapitula y señala que “yo me acuerdo que hubo antes la oleada de cuando se acercaban los 500 años del llamado descubrimiento de América, hubo una oleada aquí en Guerrero con el Movimiento Guerrerense 500 años, después hubo otra oleada con la lucha económico social, después hubo otra lucha con la lucha armada del ERPI y del EPR y creo que siempre va a haber, otra y otra, es interminable esto”.

-¿Cree que actualmente la guerrilla siga activa?

-Lo que veo yo es que siguen existiendo y que a lo mejor tienen otra modalidad o puede ser que lo que hubo durante muchísimo tiempo, es la construcción sin acción militar o al menos que ya hayan desaparecido, que también es posible, hay gente que cuando no se hace nada, tienden a desactivarse, se desencantan y se retiran, puede ser que eso haya pasado, también, yo no sé en realidad.

-¿Cómo ha sido la vida después de la guerrilla?

-No se me hace difícil, se me hace algo muy bonito, porque tener esas experiencias es algo que me parece enriquecedor y que es aprovechable, entonces, vivir lo que viví me parece algo bello, algo hermoso y algo que enriquece y yo me siento orgulloso porque me ha servido de mucho, yo me siento satisfecho con lo hice, y me siento contento con lo que todavía puedo hacer, en este caso lo que puedo hacer es escribir, dar pláticas, conversaciones, talleres, asesorías si se necesitan, pues las hago.

La entrevista transcurre luego de que alrededor de 25 personas se arremolinaran en una mesa donde se encontraban sus libros en venta, y a un costado de la carpa instalada para la Feria del Libro Sindical y Popular, cerca del muelle, único lugar donde las autoridades cedieron el permiso para desarrollar la feria, pues aunque los organizadores buscaron que fuera en la explanada del Zócalo, el permiso fue negado.

-¿La situación actual del estado es la misma que la de hace años cuando surgieron el EPR y el ERPI, con luchadores sociales amenazados y hasta asesinados?

-La situación es mucho muy distinta a la existente en aquellos años, porque la delincuencia tiene un impacto en la sociedad que no tenía en aquel entonces y no solamente eso, sino que el impacto es generalizado en la sociedad, en la juventud y dentro del estado, lo que se observa es que el estado está totalmente penetrado por el narcotráfico y esto que se hace, ver de que fuera una guerra contra el narcotráfico en realidad es una guerra entre el narcotráfico y distintos sectores, el Estado participan en uno o en otro cartel, así que es una guerra interna.

Sobre el asesinato a dirigentes sociales en el estado, Silva Nogales señaló que lo que ha visto, es que el Estado siempre es criminal, añadió que solamente ha cambiado en las acciones militares para “eliminar a sus enemigos, que generalmente y en otros tiempos lo que hacía es que él directamente hacia las acciones, ahora lo que se ve es que utiliza la cobertura del narcotráfico para decir que ellos fueron”.

Sobre el caso de Ranferi Hernández Acevedo, asesinado con su familia en las inmediaciones de Chilapa, consideró que “fue el Estado el que lo hizo y que únicamente utiliza la careta del narcotráfico para justificar y para que todo quede ahí y no se culpe al Estado”.

“Sigue siendo igual que en aquellos años, la diferencia que hay entre aquellos años y ahora, es que en aquellos años era directamente el Estado el que las hacía y ahorita usa una careta civil, que es la del narcotráfico, pero sigue siendo él, en México eran grupos paramilitares abiertamente reconocidos como tales, como los Halcones, el Batallón Olimpia pero ahorita es el estado a través de grupos criminales”, expresó.

 

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