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* Ex guerrilleros sobrevivientes y cronista, narran la experiencia de aquellos años

SANTIAGO HERRERA   /

 

Acapulco, 20 de noviembre de 2017. “Podemos llamarle guerra sucia, podemos llamarle guerra de baja intensidad, podemos llamarle terrorismo de estado, la idea es identificar el período, para mí es terrorismo de estado, porque fue una política muy bien estructurada para poder acabar con todo lo que oliera a subversión” señala el ex comisionado de la Comisión de la Verdad, Nicomedes Fuentes García.

El luchador social Arturo Gallegos Nájera, el cronista Víctor Cardona y Fuentes García, abordaron cada uno desde sus vivencias el tema de La guerra sucia durante la Feria del Libro Sindical y Popular en su último día de actividades.

Fue, dijeron, un período en el que el Estado mexicano inició un plan para exterminar los movimientos sociales y posteriormente a la guerrilla que comandó Genaro Vázquez y Lucio Cabañas en la sierra del estado, durante las operaciones contra la guerrilla, se llevaron a cabo graves violaciones los derechos humanos, entre ellos la desaparición forzada de campesinos, violaciones, secuestros, entre otras.

“El gobierno de antes, como hoy, no se medía, cualquier protesta la resolvía a balazos, matando a los líderes de la gente del pueblo, cayeron muchos líderes, en la década de los 60, prácticamente fue una década de matanzas. Queda claro que a la oposición en ese momento, no le quedó otra alternativa que resolver el asunto, contestar de la misma forma, si le estaban tirando balazos, contestar a balazos, pues, y entonces surgió la guerrilla”, indicó Fuentes García.

Agregó que “siendo un jovencito de 17 años, supe que en Guerrero la vida no vale nada, porque, primeramente, todo mundo supo que el 18 de mayo de 1967 fueron asesinados cinco padres de familia en el Zócalo de Atoyac de Álvarez, todo por protestar en contra de una maestra que exigía a los padres de familia mandar a sus hijos con ropa limpia, planchada y zapatos, está bien la ropa limpia pero, ¿zapatos?, digo no va a estudiar con zapatos”.

En Atoyac, poblado en aquellos años por campesinos en condiciones de pobreza, era imposible que pudieran adquirir unos zapatos para sus hijos, por lo que los padres de familia comenzaron a protestar.

“Ese 18 de mayo, a la hora del recreo van por el maestro (Lucio Cabañas) a la escuela Modesto Alarcón, que no está lejos e invitan a que sea parte de los oradores en apoyo a los padres de familia, bueno pues como ya los informantes del gobierno tenían sabido que iba a andar por ahí Lucio, diseñaron todo un plan estratégico para poder cercarlo y que no se les escapara”, relató.

Fuentes García agregó que los padres de familia “supieron que iba a haber problemas y se lo dijeron a Lucio y Lucio les dijo: no se preocupen muchachos, no pasa de que me den unas cuantas pescozadas, nos lleven a la cárcel y nos saquen al otro día, pero por si acaso, llévense su piedrita, llévense algo con que defenderse”.

Ese día durante el discurso de Lucio Cabañas Barrientos, policías judiciales llegaron a disolver el mitin, disparando contra los padres de familia; “lo más lamentable es que una mujer en estado de embarazo, también es asesinada”, detalló Fuentes García.

A raíz de este hecho, Cabañas Barrientos huyó a la sierra y comenzó a organizar lo que después se conocería como el Partido de los Pobres (PDLP) y la Brigada Campesina de Ajusticiamiento, brazado armado del PDLP, iniciando con ello una sangrienta represión por parte del gobierno federal.

Gallegos Nájera señaló que la guerra sucia fue “una etapa que está caracterizada por las grandes represiones que ocurrieron, estamos hablando de grandes masas de personas, de ciudadanos guerrerenses que sufrieron desaparición forzada o que fueron asesinados, ejecutados, mujeres violadas”.

Remata diciendo que “el estado mexicano no se midió con respetar los derechos de los ciudadanos, sino todo lo contrario, se fue a aniquilar a la población propiamente”.

“La Comisión de la Verdad (Comverdad) se trataba de probar que los responsables de esas masacres, de esa época, fue directamente decisión de Estado, cuando iniciamos las reuniones con la gente de Atoyac decíamos, ya sabemos quiénes fueron pero se trata de probarlo y se encontraron documentos donde se ordena que se localice y se extermine a los delincuentes”, relató.

La Comverdad fue un organismo público descentralizado creado en abril del 2012 para investigar los abusos y crímenes que realizó el estado durante el periodo de la guerra sucia.

“Ahora sabemos que la forma como operó esa orden, como la operaron acá pues fue precisamente no de exterminar a la guerrilla que ellos llamaban delincuentes o roba vacas, sino aniquilar a la población que era el sustento de esos movimientos, era lo que le daba vida propiamente a la guerrilla y entonces se fueron en contra de sus familias, se fueron en contra de la población y de ahí a controlar todo”, señala Gallegos Nájera.

Gallegos Nájera dio a conocer que la Comverdad documentó 517 casos de desaparición forzada, entre ellos la de 23 estudiantes de la Universidad Autónoma de Guerrero.

Calificó el tema de la guerra sucia como “un tema pendiente, están las cosas todavía pendientes en el sentido de que no ha habido justicia, no ha habido verdad, no ha habido reparación del daño, se siguen cometiendo los mismos crímenes desde antes hasta ahora y entonces los retos que tenemos como ciudadanos todavía de cambiar este país, siguen ahí pendientes”.

 

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