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* La elección generó “grandes esperanzas”, dice el representante del Vaticano en México

REDACCIÓN    /

 

 

Acapulco, 11 de septiembre de 2018. El representante del Vaticano en México, el nuncio apostólico Franco Coppola, consideró que las elecciones pasadas «han despertado grandes esperanzas» en el pueblo y por ello, pidió a las nuevas autoridades cumplir sus promesas de campañas.

«Esperamos que cumplan, acabamos de salir de una campaña electoral, se hicieron muchas promesas y el pueblo ha tenido confianza, ahora tienen que responder a esas promesas y cumplirlas», indicó.

En su visita a Acapulco, dijo que la iglesia no tiene partido y quiere cooperar con las nuevas autoridades para que esta esperanza pueda tener éxito y «finalmente, las llagas de México, que son la pobreza y la violencia, puedan desaparecer, aunque no será fácil, porque es fruto de años, decenios de abandono y descuido».

El representante del Papa Francisco fue cuestionado por reporteros sobre el caso del obispo de la Diócesis Chilpancingo-Chilapa, Salvador Rangel, quien se ha reunido con jefes de grupos delictivos para buscar acuerdos de paz y al respecto afirmó que no le ha hecho ninguna llamada de atención.

«Para nada. El hace su misión y su misión es ir a todos, el pastor tiene que ir a todas las ovejas, también a las ovejas descarriadas, a las que han perdido el buen camino» y reencauzarlas, porque ésa es su labor, señaló.

Del problema de violencia, dijo que el Papa Francisco está consciente de la situación y que le hablado de Guerrero, por lo que él a su vez, ha pedido a sacerdotes  y párrocos estar al lado de las víctimas.

En ceremonia solemne, el nuncio apostólico Franco Coppola, impuso al arzobispo de Acapulco, Leopoldo González González el palio arzobispal, en la parroquia de San Cristóbal, ubicada en la colonia Progreso.

Franco Coppola expresó en su mensaje que los obispos son los representantes del Papa en sus comunidades eclesiásticas, por lo que tienen guardar la comunión en la iglesia y estar cerca de sus ovejas.

En el acto estuvieron presentes los obispos de Morelia, Carlos Garfias Merlos y de Chilpancingo-Chilapa, Salvador Rangel.

Sentados entre la congregación, estuvieron el gobernador Héctor Astudillo Flores y la alcaldesa electa de Acapulco, Adela Román Ocampo, así como el presidente municipal actual, Evodio Velázquez Aguirre.

Monseñor Leopoldo González González dijo que el Palio tiene un gran significado, porque es signo de la tarea pastoral que ha de realizar al cuidado de la iglesia que se le ha conferido, en este caso la Diócesis de Acapulco.

El palio se impone a arzobispos recién llegados a una Diócesis y es una especie de estola blanca circular que se porta sobre los hombros, lleva tres cruces y clavos bordados en seda negra, en memoria de la muerte de Jesús y  tiene un significado de mucha comunión.

Antes de ser bendecido para ser impuesto a los arzobispos, el Palio pasa tres días en la tumba del apóstol Pedro, en el Vaticano.

Al término de la ceremonia, el gobernador Héctor Astudillo y la alcaldesa electa, Adela Román Ocampo se reunieron en privado con el nuncio apostólico, a quien la Diócesis le ofreció después una comida.

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