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La sanación del alma, vital para evitar el suicidio

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* El investigador Nahín Rojas revela en su libro «Catarsis del corazón» fórmulas para superar las crisis emocionales que en algún momento pueden llevar a una persona a quitarse la vida, como le sucedió a la colombiana Jessy Moreno

ANA LILIA TORRES  /

 

Acapulco, 13 de febrero de 2019. El suicidio es la última salida para una persona que a lo largo de mucho tiempo llevó una carga emocional de la que no supo o no pudo liberarse; que tuvo vacíos existenciales y una baja autoestima que la hicieron no tener aceptación de sí misma y pensar que ya no valía nada su vida.

De esa manera explica Emilio Nahín Rojas Madero, abogado, psicólogo, investigador de Ciencias Sociales y autor del libro «Catarsis del corazón», la situación de peligro a la que pueden llegar hombres y mujeres, a quienes sus problemas emocionales los incitan a hacerse daño a ellos mismos e incluso a sus seres queridos.

Tal es el caso de Jessy Paola  Moreno Cruz, la colombiana de 30 años que se arrojó de un puente junto a su hijo de 10 años, en la ciudad de Ibagué, en un momento  de desesperación por una crisis provocada por problemas económicos y una decepción amorosa.

Su caso conmocionó a la sociedad, al ver las imágenes que circularon en internet, donde a pesar de que trataron de persuadirla de no saltar del puente, lo hizo y esto puso en el centro del debate el estado de salud que pueden estar sufriendo muchas personas de forma callada y que no encuentran un escape a ese vacío existencial.

En entrevista, Nahín Rojas, quien imparte terapia a pacientes con trastornos psicológicos, señaló que el suicidio es resultado de un grado severo de esquizofrenia, un problema de salud mental, que produce un estado en el cual el individuo llega a no tener control de la realidad y empieza a desvalorarse a sí mismo.

Para determinar el nivel de daño emocional en un paciente, explicó que la esquizofrenia se clasifica en los grados uno al cinco, siendo éste último el de mayor peligro y en el cual el enfermo siente que no hay otra salida más que la muerte.

«Empieza a no considerar valiosa su vida y a sus seres queridos. Se siente sin valor y que no tiene caso vivir. Cuando empieza a sentirse de esta manera y sobre todo, cuando empieza a generar conductas violentas, quiere hacerse daño o quitarse la vida, ya estamos hablando de una esquizofrenia a nivel cinco», explicó.

Lo que la joven colombiana tenía para llegar a ese punto de quitarse la vida, era una esquizofrenia nivel cinco, que es el momento en que ella tiene perdida la noción de su realidad y su deseo de seguir viviendo, dijo el terapeuta.

Lo más grave de este tipo de esquizofrenia es que no solamente se hacen daño a ellos mismos, sino que pueden terminar matando a sus hijos, como ya se ha visto en muchos casos, donde la mamá no puede con la carga de los problemas económicos y termina por asesinar a sus hijos y luego arrancarse la vida.

Nahín Rojas detalló que de acuerdo con estudios sobre salud mental, en la actualidad, el 45 por ciento de los mexicanos sufre problemas de esquizofrenia que se presenta en trastornos por crisis emocionales, sentimentales y de tipo económico, principalmente en mujeres.

En el caso de los hospitales donde se atienden enfermos por crisis mentales, el 75 por ciento son mujeres y el resto varones, agregó el investigador.

En el estado de Guerrero, en el 2006 se presentaban 28 casos de suicidios de manera anual y después se elevó de 68 a 70, siendo la principal causa de este fenómeno social, la economía.

«Los problemas económicos son la principal causa de suicidios en el país y se dan en mayor porcentaje en la gente en edad laboral. Los problemas empiezan en el hogar, donde el salario de los padres no alcanza para cubrir las necesidades básicas de una familia y esto va generando en las personas una carga que no es fácil de liberar», dijo.

En el caso de la joven colombiana que se suicidó junto con su hijo, el investigador señaló que con ella se presentaron dos factores muy importantes: el económico y el emocional.

Sin embargo, con la edad que ella tenía los problemas emocionales eran fáciles de enfrentar, pero «aquí lo que le impactó directamente fue el económico, el no tener las condiciones para resolver sus problemas financieros».

«Era una madre soltera, abandonada y hasta donde tengo información, estaba embarazada. El hombre se fue, y lo más seguro es porque no quiso hacerse responsable, pero otra parte de la responsabilidad es la economía», indicó.

Catarsis, la liberación de los recuerdos que alteran la mente

Sobre el entorno de violencia que se vive en la actualidad en ciudades como Acapulco, donde la gente a diario puede ser testigo de la escena de un ejecutado en la calle, el especialista señaló que no produce un trauma que altere la salud mental de las personas.

«Como ciudadanos nos vamos acostumbrando a ver la violencia de manera muy común, no podemos decir que alguien se enferme por presenciar un hecho de violencia o que le impresione emocionalmente. En algunos casos puede haber miedo, pero es mínimo».

«Hemos visto que hay cadáveres tirados en la calle y la gente está comiendo a un lado de él y es porque la gente ya se acostumbró, porque desde pequeños, a todos en general, tanto víctimas como victimarios y sociedad en general, nos enseñaron a pensar de manera individualista y ver sólo por uno mismo», consideró el investigador.

«Todo eso nos ha hecho una sociedad sin sentimientos, sin emociones; se nos ha enseñado a ser fríos, a ser indiferentes al dolor ajeno y un ejemplo de ello es el caso de los 43 desaparecidos de Ayotzinapa, que mientras los familiares marchaban, el resto de la población ni se inmutaba por eso», dijo el especialista.

Los casos de suicidios en la actualidad son producto de la mala distribución de la riqueza, porque si bien hay personas de alto nivel económico que llegan a quitarse la vida, son mínimos con relación a la gente que lo hace orillada por su situación de pobreza.

«Lamentablemente los gobiernos no se interesan en la atención de los enfermos mentales, los han abandonado y el problema que tenemos es que una persona que no llena sus vacíos, o se hace daño a sí mismo o se vuelve violento», alertó el especialista.

Nahín Rojas señaló que es necesario que los seres humanos busquen formas de desahogo de sus problemas y no los guarden, porque llega el momento en que explotan y pueden cometer un daño irreparable, como es el suicidio. «Lo mejor es buscar un medio de expresión, como puede ser el arte, el deporte o la creatividad para dejar salir todo lo que a uno le agobia y sanar el corazón», recomendó.

Es necesario que el individuo llegue a una catarsis, que es la liberación de los recuerdos que alteran la mente y por ende, la sanación del alma, puntualizó.

 

 

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