Compartir

* Logró con su lucha, el rescate del parque Papagayo

 

VERÓNICA CASTREJÓN ROMÁN    /

 

Acapulco, 29 de septiembre de 2018. El 8 de enero de 1992, la noticia corrió como pólvora: ¡hay una mujer en huelga de hambre para defender la expropiación del parque Papagayo! Y así era, Carmen Chávez Varela,  mejor conocida como Carmelita, había iniciado la estrategia de presión para evitar que el parque pasara  a  manos de particulares.

Ayer en la noche, en la ciudad de México, esa activista, precursora de los movimientos ecologistas en Acapulco, murió víctima de viejas dolencias, justo en la fecha en que se conmemora la muerte de Francisco Ruiz Massieu, el gobernador que enfrentó la fuerza de aquella sociedad civil organizada, y la perdió.

La huelga de hambre iniciada por Carmen Chávez inició el 8 de marzo y culminó 10 días después, el 17 de enero del año mencionado, fecha en la que una gran marcha silenciosa con hombres, mujeres y niños vestidos de blanco atravesó  las calles del puerto y rodeó al parque Papagayo en señal de una defensa que fue protagonizada, en un principio, por quienes disfrutaban de la belleza y las cualidades de ese pulmón verde  para hacer deporte: el grupo de Pausa por la Salud, del cual Carmelita era integrante.

“Si el parque muere, yo muero con él”, rezaba un letrero colocado junto a la cama de Carmen Chávez en el parque Papagayo en donde vivió toda su huelga de hambre. Ahí, el 11 de enero,  diferentes grupos hicieron un ejercicio de meditación, al conceder poderes energéticos al momento: 11 de enero a las 11:11 del día,  unidos todos y  vestidos de blanco, fueron observados por el gobernador, José Francisco Ruiz Massieu,  quien  bajó de su limusina negra y los encontró en el  momento mismo en que hacían  oración para lograr que el parque fuera declarado reserva ecológica.

El Ejecutivo estatal pretendía enajenar al empresario sirio, Moisés Assa Dueck, tres hectáreas del parque, como “pago de indemnización” por la expropiación promovida desde 1979, pero que ni el gobernador  Rubén Figueroa Alcocer, ni Alejandro Cervantes Delgado, habían pagado.

El domingo 12 de enero, Carmen Chávez publicó el siguiente letrero:

“En este momento, estando plenamente consciente hago del conocimiento de todos que debo y quiero permanecer en este lugar hasta el último momento en esta lucha, si llegara a estar inconsciente sería un abuso a mi persona el hecho de que me llevaran a cualquiera otro lado. Dios me puso en este lugar y solo Él puede quitarme de aquí. Los ama. Carmelita”.

Su entereza estuvo a punto de terminar con su vida, y el 17 de enero, presa de diarrea y al borde de un coma diabético –como publicaron algunos medios—fue llevada de urgencia por una ambulancia de la Cruz Roja a un hospital desde donde comentó con orgullo, que había tenido la oportunidad de ver la gran movilización social generada por ella y muchos más, cristalizada en la Marcha del Silencio en la que participaran connotados luchadores sociales, entre ellos, el ex rector de la Universidad Autónoma de Guerrero, Rosalío Wences Reza, entonces  dirigente del partido de la Revolución Democrática (PRD) y Enrique Caballero Peraza, dirigente del Partido Acción Nacional (PAN), entre otros.

El viernes 15 de enero de 1993, justo un año después de iniciada la lucha por el rescate del parque Papagayo que dio origen al grupo ecologista, Los Guerreros Verdes, se publicó el decreto por el que se estableció  el régimen ecológico del parque Ignacio Manuel Altamirano, el pueblo había triunfado, y Carmelita Chávez Varela, su hermana, Esther (Teté Chávez), Delia Garduño, Ricardo Zermeño, Irma Sánchez y  muchos más que acompañaron esa lucha festejaron en medio de la mirada aprobatoria del pueblo de Acapulco.

Fue la primera vez que en Acapulco –y en todo Guerrero—un movimiento ecologista surgido de la sociedad civil organizada, rescataba de las garras poderosas del gobierno un espacio del pueblo y para el pueblo: el parque Papagayo, uno de los pulmones verdes más hermosos con que cuenta el municipio, hoy en franco deterioro.

Descanse en paz Carmen Chávez, precursora de los movimientos ecologistas en el puerto.

Compartir:

Dejar una respuesta

Please enter your comment!
Please enter your name here