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* Empezar a mirar el punto de partida para restaurar y poner a vivir de nuevo a las familias, dice en torno a los 43 desaparecidos de Ayotzinapa

SANTIAGO HERRERA   /

 

Acapulco, 29 de agosto de 2017. El nuevo Arzobispo de la Arquidiócesis de Acapulco, Leopoldo González González, indicó que ve a Guerrero como un pueblo de esperanza, que se ha repuesto de desastres naturales y sugiere que se ha enfrentado de la misma manera los temas que aquejan al puerto, y abundó en que viene al puerto con mucha esperanza.

“Veo Guerrero como un pueblo de esperanza, de grande esperanza, de que yo recuerdo ha habido desastres naturales muy fuertes, desde los años 50 recuerdo desastres naturales muy fuertes, de todos ellos Guerrero se ha levantado, ahora tenemos una realidad que es muy dolorosa, la violencia, la pobreza, el narcotráfico, la corrupción y tal vez también la indiferencia de nosotros, sin embargo esta realidad dolorosa no se ha mirado como algo permanente, algo fatal, no, se ha mirado como un desafío y se  ha enfrentado buscando caminos de solución”, dijo.

En su primera conferencia de prensa, el religioso señaló que le da  alegría ver que toda esta situación, a la que calificó como dolorosa, se ve  como un desafío por parte de ciudadanos, de las instituciones, así como de la misma iglesia, y conminó a estos tres actores a unirse para superar estos desafíos y para transformarlos.

Sobre su asignación a esta arquidiócesis, indicó que le sorprendió y que “vengo con grande ilusión y deseos de servirles”.

Sobre si ya existe un plan para atender a los familiares de las víctimas que ha dejado la violencia en el puerto, el prelado indicó que en la arquidiócesis ya existe un plan desde 2009, y contextualizó diciendo que su realidad ahora será de una persona que “acompaña, que se acerca, que escucha, pregunta” y abundó en que deberá “continuar la respuesta que la iglesia y junto con ella la sociedad, las instituciones han buscado dar a esta situación tan dolorosa que vivimos en nuestro estado de Guerrero”.

Sobre su breve encuentro con el gobernador Héctor Astudillo Flores, y con el presidente municipal de Acapulco, Evodio Velázquez Aguirre, el primero en Petatlán y el segundo en el puerto, señaló que con Astudillo Flores no platicaron sobre temas de interés pues solamente se saludaron, mientras que Velázquez Aguirre le mostró su disponibilidad para apoyar todo proyecto que fuera “en relación a la construcción del bien común, en especial con relación al fortalecimiento de las medidas que se han venido tomando para prevenir la delincuencia, la violencia y para atender a las víctimas”.

El arzobispo también abordó el tema de los 43 normalistas de Ayotzinapa, que el próximo 26 de septiembre se cumplirán tres años de su desaparición, sobre ello, dijo que “sigue siendo una herida muy grande, dolorosa en la nación” y que “en el esclarecimiento y en la aceptación de la verdad, hemos de mirar el punto de partida, para reconstruir, para restaurar, para poner de nuevo a vivir las familias, los más cercanos, toda la sociedad, esa es una herida, un dolor muy grande  en la sociedad de nuestra patria”.

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