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CITLALI CALIXTO JIMÉNEZ  /

Acapulco, 16 de septiembre de 2021.

Un día como hoy, pero de hace 211 años, se suscitaba un suceso trascendental en la historia mexicana: el inicio de la lucha por la independencia de nuestro país. Sin duda, este episodio representó un punto de quiebre que terminaría por liberarnos del yugo español para dar paso a una nación independiente en construcción y con muchos retos por delante. En ese sentido, me quiero permitir hacer una breve reflexión sobre lo que considero significa celebrar este suceso en 2021.

Cuando Miguel Hidalgo se levantó en armas no lo hizo con el objetivo concreto de independizar a la Nueva España y de construir el México que hoy conocemos. En cambio, se hizo con motivos propios de la circunstancia histórica que poco a poco terminarían con la independización en 1821.

De tal modo, lo que conmemoramos es la consolidación de esta construcción identitaria de lo que significa ser mexicana y mexicano. Lo que conmemoramos es la valiente lucha en beneficio del pueblo mexicano. Su trascendencia fue tal que terminaría consolidándose como la Primera Transformación de la vida pública y política de México.

En esta transformación nos tocó defendernos, organizarnos, construir y reconstruir las instituciones que darían estabilidad y rumbo político y económico a nuestro pueblo. Y si algo demostramos a partir de la lucha independentista es nuestra capacidad de resiliencia para enfrentar obstáculos y habitarnos como nación independiente.

Hoy, a 211 años, nos encontramos en un momento histórico distinto, pero igualmente importante. Nos encontramos en la construcción ya de la Cuarta Transformación de la vida pública y política de México, impulsada por nuestro presidente, Andrés Manuel López Obrador. En este cuarto momento, nos toca reformar las instituciones y garantizar que el entramado institucional del Estado se traduzca necesariamente en bienestar para la ciudadanía.

Entonces, ¿qué significa conmemorar la independencia en pleno 2021? Sin duda, significa una oportunidad valiosa para recordar e inspirarnos por las luchas que fueron y que perseguían el bien común del pueblo mexicano. En consecuencia, también significa un momento para recordar la responsabilidad histórica que tenemos hoy como promotores de la Cuarta Transformación. Desde cualquiera que sea nuestra trinchera el objetivo es reformar nuestra nación con dignidad. Y hoy, como diputada local, asumo ese compromiso con firmeza y patriotismo.

A la interrogante de cómo vamos, me entusiasma por decir que vamos muy bien. Hemos pasado de un régimen neoliberal a un nuevo gobierno que reconoce los derechos sociales de todas las personas. Hemos pasado a un gobierno que permite e incluso fomenta la diversidad de pensamiento. Hemos pasado a un gobierno que ha logrado reducir sustancialmente los robos, los secuestros, los delitos fiscales, los delitos financieros y el robo de hidrocarburos. Si bien, existen pendientes y muchos retos, la transformación ha avanzado.

En Guerrero, hemos pasado a ser una bancada mayoritaria que constantemente buscará consensos y unidad. También pasaremos a tener un gobierno comprometido con la Cuarta Transformación. Habremos de siempre recordar ese objetivo y apegarnos a los principios éticos que nuestro movimiento defiende.

Hoy, a 211 años de la Primera Transformación, nos toca honrarla con una Transformación igual de profunda y que esté a la altura de lo que nuestro país necesita.

Hoy, a 211 años de la Primera Transformación, nos toca trabajar por México y por las y los mexicanos. Nos toca trabajar por el pueblo.

¡Viva México!
¡Viva la Cuarta Transformación!

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