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GABY CARMONA ASTUDILLO    /

 

Acapulco, 12 de febrero de 2020. 

La participación de la alcaldesa de Acapulco Adela Román Ocampo en el Foro ONU–Hábitat es importante porque de salir seleccionado el proyecto que ha presentado se traduciría en millones de pesos para el municipio más importante del estado.

Adela Román Ocampo tiene claro -aunque muchos digan lo contrario- que al participar en este tipo de eventos de carácter mundial tendrá la oportunidad de escuchar otras visiones y experiencias que pudiera poner en práctica en Acapulco.

La alcaldesa porteña salió de esa dinámica, en donde la política del golpeteo y los señalamientos constantes a su gobierno provienen de los viejos y nuevos adversarios que tienen como objetivo principal la denostación.

Nadie puede negar la inseguridad que se vive en el municipio, pero tampoco se le puede negar la colaboración firme y decidida que tiene su gobierno con los otros dos órdenes de gobierno. El éxito en la baja de los índices delictivos no es nada más de un poder de gobierno, es el conjunto de todos los esfuerzos.

Los números que diariamente registra la Secretaria de Seguridad Pública de Acapulco son reales, eso habla de que el gobierno municipal está trabajando en la prevención del delito, que es lo le compete. No todos los delitos que se registran en el puerto son su responsabilidad, eso hay que decirlo.

La violencia que hay en Acapulco no nació a su llegada, fue creciendo conforme los gobiernos iban arribando al poder, y en cuyos casos la simulación fue terrible y que llevó al puerto de Acapulco a convertirse en tierra de nadie.

Adela Román recibió un gobierno en bancarrota, no fue la única a la que sus antecesores no le dejaron ni para pagar el aguinaldo y menos las dos primeras quincenas. Así le sucedió a Evodio, Walton, Alberto y todos tuvieron que solicitar ayuda al gobernador en turno para cumplir con los trabajadores y algunos encontraron la mano solidaria del gobernante para saldar el compromiso en puerta. Adela no fue la excepción a esa regla.

De ahí que anda en busca de recursos económicos que con urgencia requiere el municipio y el Foro Mundial ONU-Hábitat es el escenario ideal para presentar el proyecto de energías limpias, el Saneamiento de la Bahía de Santa Lucía y las plantas de tratamientos de aguas residuales, algo que ningún alcalde había pensado.

Ojalá que a la alcaldesa le vaya bien en este Foro Mundial porque eso se redituará en mejores beneficios para un municipio que está en bancarrota y que requiere con urgencias proyectos de este tipo.

Los males que tiene Acapulco son muchos y no nacieron cuando ella llegó al poder, hay errores evidentemente que sí, que se deben corregir; eso es lo que debe seguir, pero nadie debe decir que Adela Román se quedó sentada esperando que el dinero le cayera del cielo.

De ahí que su participación en el Foro Mundial ONU-Hábitat es una muestra de lo que se busca o pretende alcanzar. Adela Román se atrevió a pensar en grande, salió de la zona de confort, se atrevió a presentar un proyecto futurista, y fue representando a México como país, importa el resultado evidentemente que sí, pero, por el solo hecho de atreverse y estar sentada con personalidades de talla internacional, compartiendo experiencias de éxito , bien vale el reconocimiento, por atreverse a ir más allá del municipio que administra y gobierna y más allá del país. Veremos qué pasa.

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