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Citlali Calixto Jiménez

Acapulco, 17 de junio de 2021

El día de hoy nos reuniremos decenas de ciudadanas y ciudadanos para rendirle homenaje a una figura entrañable en la política guerrerense. Una de esas personas que redignifican la política y que demuestran que el servicio público es la vocación más noble que puede existir en el mundo: me refiero al Mtro. César Núñez Ramos.

Originario de Yextla en el municipio de Leonardo Bravo, el Mtro. César Núñez Ramos egresó de la Normal Rural Raúl Isidro Burgos de Ayotzinapa en 1960. Desde muy joven se formó con los valores y los ideales de la izquierda. Esa histórica izquierda que plantea la igualdad como horizonte al cual las comunidades políticas deberían caminar.

Así, el Mtro. César Núñez se convirtió rápidamente en un luchador social, siempre por la vía pacífica, aunque respetuoso de otras formas de lucha. Su historia de vida es un ejemplo lúcido de un político preocupado por su comunidad y no por sus intereses personales. Político en cuanto a que su actuar, su forma de organizarse y sus causas siempre fueron políticas.

Y es que el Maestro demostró que se puede incidir en la vida pública independientemente de si se tiene un cargo o no. Lo demostró desde el Movimiento Revolucionario del Magisterio, desde la resistencia a la represión priísta y desde Morena: el movimiento que da sentido a este momento inédito en nuestro país.

Y a meses de su lamentable partida, nos toca recordarlo. Nos toca honrar su memoria, cuidar de su legado y replicar sus principios con las futuras generaciones. Después de todo, el Mtro. César Núñez Ramos fue uno de los fundadores del Movimiento de Regeneración Nacional que acompañó desde el inicio a nuestro Presidente Andrés Manuel López Obrador. Juntos fundaron el movimiento que vino a reformar al sistema de partidos, a incomodar a las cúpulas de poder, y a detonar una serie de cambios que darían pie a la Cuarta Transformación de la vida pública y política de México.

El Maestro fundó Morena porque sabía que era necesario reestructurar a la izquierda y formar cuadros nuevos para renovar a la clase política. Por ello, siempre le apostó a las personas genuinamente interesadas en cambiar su realidad, a las personas comprometidas con las causas del pueblo, y a las personas honestas y dispuestas a dialogar con la otredad. Y en ese sentido, me honra confirmar que efectivamente me he topado con este tipo de personas en el partido, pero también en las calles: personas que se organizan y trabajan para mejorar el bienestar de sus familias, que le apuestan a un bien común que excede lo personal. Esas son las personas que salieron a votar de manera decisiva el pasado 6 de junio.

Por ello hoy, a escasos días del contundente triunfo que tuvo nuestro movimiento en Guerrero y en gran parte del país, es importante que reconozcamos el fondo de esta plataforma y que abanderemos los ideales de izquierda que por años defendieron luchadores sociales incansables como el Maestro. Es cierto que en el camino se vale dialogar, pero no se vale comprometer los ideales. Y eso es algo que no se nos puede olvidar.

Como joven, como militante de izquierda, comprendo la responsabilidad que cargo para sostener y materializar esos principios. Como diputada electa, asumo este legado y me comprometo a honrar la memoria del Mtro. César Núñez Ramos. Hay algo que nos trasciende, hay algo mucho mayor que el proyecto personal, y es el pueblo. Al pueblo nos debemos. Y eso, el Mtro. César Núñez lo tenía más que claro.

Legislaré y gestionaré con sabiduría, prudencia y estrategia. Pero también lo haré con el corazón y con el pueblo en mente. Me conduciré de manera que haga sentir orgulloso a nuestro difunto Maestro y a todos los luchadores sociales que buscan el progreso de nuestro país. Tengo prohibido fallarle a Acapulco.

Habré de honrar el ejemplo que nos dejó, habré de servirle al pueblo y no servirme de él. Habré de contribuir a materializar la Cuarta Transformación en Guerrero, y así, redignificar la política.

La lucha sigue, no descansaremos hasta que la dignidad se haga costumbre. ¡César sigue entre nosotros!

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