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RAÚL SÉNDIC GARCÍA ESTRADA   /

 

 

 

Acapulco, 13 de marzo de 2020.

El 28 de febrero se cumplieron 40 años de la fundación de la Escuela Superior de Ciencias Sociales y 10 años de la ausencia física de Carlos Montemayor, excelente escritor, literato, traductor, músico, que partió a la eternidad hace una década.

En este contexto a convocatoria de la Escuela Superior de Sociología y la inquietud el doctor Pancho Navarrete González y del decano de la escuela, Gilberto Mario Navarrete y del director Taurino Hernández Moreno, se conmemoró con un pánel y mesas redondas, este importante hecho al cual asistieron autoridades universitarias, Efrén Arellano Cisneros, coordinador general de la Zona Sur, la alcaldesa de Acapulco, Adela Román Ocampo y con la representación del senador Félix Salgado Macedonio, asistió el maestro Francisco Chavarría Valdeolivar.

En su intervención el doctor Pancho Navarrete González hizo referencia que la Escuela Superior de Ciencias Sociales, nació como resultado de la lucha por un cambio de sistema, para que se dejara de explotar a la gente y se consiguieran mejores condiciones de vida para todos y por tanto, en 1980, se había encontrado en la Educación Superior un recurso dentro de las Ciencias Sociales y las Humanidades, que se potenciaba en la llamada Universidad-Pueblo, que era en aquel entonces el apellido de la Universidad Autónoma de Guerrero.

Navarrete González refiere que eran los tiempos en que uno ponía su vida en juego para defender la justicia. Se inició este año con una serie de celebraciones, como es el merecido homenaje a Carlos Montemayor, que el 28 de febrero se cumplen 10 años de su partida, dejando un legado en obra vigente, que es soporte de la llamada Cuarta Transformación y que seguro será motivo de otros diálogos y encuentros.

El sueño de la Escuela Superior de Ciencias Sociales, tiene 40 años de su fundación, con lo más adelantado de la materia de aquel entonces que llevó a los Hnos. Navarrete González y a un gran grupo de cientistas sociales a convocar y reunir a los mejores intelectuales y científicos de izquierda de las diferentes universidades y centros de investigación de México, para que en varios coloquios se construyeran diálogos que serían las guías para la realización del currículo y los planes de estudio de todas las carreras de Ciencias Sociales y Humanidades.

Pancho Navarrete refiere que esta ardua tarea que venía acompañada por los tiempos, obligaba el Consejo Universitario y el enrarecimiento del clima político con Rubén Figueroa, entonces gobernador del estado, que veía en este trabajo una estrategia militar de ocupación del estado de Guerrero.

En su ponencia, Navarrete nos habla del contexto nacional que aún gozamos el resto de las mieles del desarrollo estabilizador por la frivolidad del gobierno de López Portillo que se vendría en seguida, abajo, con la imposición del neoliberalismo en 1982, con la venia y perversa mancuerda de Reagan y la Teacher, su Fondo Monetario Internacional y su Banco Mundial, la ahora famosa globalización de ellos, su fin de la historia, estertores de muerte del capitalismo y del Banco Mundial, la ahora llamada globalización.

En los coloquios de Ciencias Sociales y Humanidades, tuvimos en suerte de invitar y hacer venir a Acapulco a lo más granado de las ciencias sociales de entonces, con el ánimo de recordar solo a algunos… por amistad, por habérsenos adelantado al nirvana, o por seguir en la lucha y la coherencia; aquí participaron Enrique Semo, René Bejarano, Max Ortega, Dolores Padierna, los tres hermanos Paoli Bolio, Pepe Reveles, entre otros muchos más.

El arranque de la Escuela Superior de Ciencias Sociales, se dio en una humilde vivienda de la colonia Progreso, que se rentó y adecuó en aulas improvisadas y en Acapulco, porque se venía venir la enorme demanda universitaria de los jóvenes en el puerto que solo se les ofrecían gratuitamente carreras de Administración, Ecología, Medicina.

Las carreras que consiguieron iniciarse a duras penas, fueron las de Economía, Derecho, Psicología y Sociología, todas con un tronco común, dejando en el proyecto y los tinteros antropología, periodismo, ciencias políticas, historia, filosofía, para lo cual se contó también con la itinerancia o las visitas de maestros de otras universidades, que pasaran unos días en Acapulco en el marco de la Universidad-Pueblo, gustosos asumían labores docentes con escasa o nula paga, tiempos de solidaridad, que también se realizaban por la pertenencia política a partidos y organizaciones políticas afines.

Este evento, que pensamos fuera todo el 2020, con diversas actividades durante todo el año, es, de alguna manera la continuación de esa voluntad de seguir soñando a pesar de las adversidades y las dificultades de nadar contra corriente en la búsqueda de la utopía.

 

 

 

 

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