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ROBERTO RAMÍREZ BRAVO    /

 

Acapulco, 27 de febrero de 2021.

Se corrió como un tsunami o, como dice el adagio popular, como un reguero de pólvora. El caso es que el comunicado de la Comisión Nacional de Honestidad y Justicia (CNHJ) de Morena sobre Guerrero, emitido la noche del viernes, generó de inmediato diversas reacciones.

Los más interesados, vinculados con la oposición priista y panista, y algunos vinculados a Morena, celebraron sin rubor, y algunos medios cabecearon que el candidato a gobernador en Guerrero había sido removido; y otros, literal, dijeron que Morena “cancela la candidatura de Félix Salgado”.

En realidad, las cosas no llegaron tan lejos. Lo primero que señala el comunicado de la CNHJ es que los agravios presentados contra Félix Salgado son infundados, lo que significa que este órgano partidista da por buena la versión que el candidato les expuso durante su comparecencia y desecha las quejas de las mujeres por carecer de elementos. Lo segundo, es que la Comisión instruye a las comisiones nacionales de Elecciones y de Encuestas a reponer el procedimiento… para la evaluación de perfiles para la candidatura al gobierno del estado.

Es decir, la CNHJ no ordena reponer el procedimiento para elegir al candidato o candidata, sino solo el procedimiento para evaluar los perfiles. Se parece, pero no es lo mismo. Eso no significa que se vaya a hacer una nueva elección y que Félix Salgado pueda o no participar. En este momento Salgado Macedonio es el candidato oficial, registrado ante el IEPC, y solo se va a reponer el método de evaluación. Esto es, la forma en que la dirigencia nacional miró los perfiles antes de registrarlos como aspirantes.

En ese sentido no hay mucho qué aclarar: hay toro, como dicen los felixistas.

Inmediatamente después de que se corrió la versión -que aún hoy en la mañana algunos siguen definiendo como “la caída de Félix”-, corrió otra: la sucesora sería la alcaldesa de Acapulco, Adela Román. El periódico El Universal lo señaló puntualmente, igual que otros medios nacionales, y en Acapulco no pocos simpatizantes de la alcaldesa se volcaron a decir que “queremos gobernadora”.

La especie tiene su razón. Aclarado que Félix Salgado no fue depuesto, habría que decir que en el escenario de que esto ocurriera, o él decidiera retirarse de la candidatura, Adela Román es la persona que en estos momentos tiene el más alto liderazgo político después del de Las Querendas, y si se hablara de una sustitución, tendría que pensarse en ella. Por eso casi todos pensaron lo mismo.

En primer lugar, los que han andado zopiloteando alrededor de Félix Salgado para ver en qué momento este se cae del tapanco, los que le hicieron la guerra sucia, y los que siguen moviendo hilos y el golpeteo, tendrían que ser excluidos, porque lógicamente toda la base social que sigue al autodenominado Toro, los rechazarían ipso facto. Con nombres y apellidos, ellos son Pablo Amílcar Sandoval Ballesteros, en cuyo grupo se abrió la puerta para la campaña de denostación más despiadada de que se tenga memoria en Guerrero hacia un personaje; Luis Walton Aburto, que ha hecho campaña sin cesar y sigue haciéndola en pos de la caída del candidato para asumir él la candidatura; Alberto López Rosas, quien tiene un perfil más bajo, pero no deja de insistir en la necesidad de quitar a Félix Salgado (y que lo pongan a él, por supuesto). Por elemental lógica política, ninguno de ellos podría aspirar a sucederlo.

Entre las mujeres quedan Adela Román Ocampo, Beatriz Mojica y Nestora Salgado, prácticamente en ese orden. La que en estos momentos representa a la 4T es Adela Román, quien gobierna un tercio de la población del estado y es alguien que es bien vista en la dirigencia nacional y es la figura más visible de la 4T. Adela Román tiene un liderazgo no solo entre las mujeres de Guerrero, sino del país, como recientemente se vio en un congreso organizado por ella en el que participaron alcaldesas, legisladoras e integrantes de la dirigencia nacional de Morena en el área femenil. A diferencia de los hombres, ella desde el primer momento -igual que Betty Mojica, hay que decirlo, no así de Nestora- reconoció de manera institucional la resolución del CEN en torno a la candidatura en Guerrero y, en caso necesario, sería un factor de reconciliación con un sector que hoy se moviliza en protestas.

Eso explicaría la intensidad con que corrió durante la noche la versión de que Román Ocampo podría sustituir al candidato. No es descabellado, aunque por el momento no deja de ser una especulación.

Lo que viene ahora en torno a la candidatura de Félix Salgado es algo que será vertiginoso, porque el partido tiene hasta el domingo como fecha límite para registrar un candidato. Lo más probable sin embargo es que no pase nada. Las comisiones de Elecciones y Encuestas podrán volver a revisar los perfiles y llegar a la misma conclusión que ya habían llegado: todos están en condiciones de poder participar. Como se ha dicho, no se tiene que reponer el proceso de elección del candidato, solo de revisión de los perfiles.

En ese sentido, sí, hay toro. Pero también hay un segundo liderazgo claramente definido, que por hoy busca la reelección en la alcaldía, pero que dentro de tres años es aspirante natural para la Senaduría.

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3 Comentarios

  1. Me parece que así como percibe, Roberto, las condiciones sociopolíticas con respecto a la posición de Adela Román Ocampo, lleva la tendencia de apoyo a esa candidatura, cuando,creo yo, su análisis debería ser más imparcial y objetivo. Adela Román ha causado gran desencanto en la sociedad acapulqueña y guerrernse que han crecido y se han formado en las luchas sociales de izquierda, los principios e ideales no se heredan se maman cuando se nace crece y se desarrolla en la lucha social de izquierda y Adela Román Nació ahí, pero se formó y creció con la derecha, el ejemplo de su padre lo hizo a un lado por el espejismo del partido, en ese momento en el poder, el PRI.
    Y eso lo percibe claramente el pueblo de Guerrero, más vivaracho que antes.

    • Mi estimado amigo Joel Mendoza Maciel. Te comento que en realidad, no, en una columna no tengo que ser imparcial, porque es mi opinión, y mi opinión es subjetiva. Debo cuidar, sí, la mayoría de elementos de objetividad y eso sí lo intento aunque el resultado sigue siendo subjetivo porque soy un sujeto, no un objeto. Lo que debo ser, a toda costa, es honesto y congruente, es decir, expresar lo que creo y no andar cambiando de opinión al vaivén de las circunstancias políticas o de otro tipo. Por lo demás, recuerda que la opinión es libre. La objetividad en el periodismo es para las notas informativas (que no es el caso, pues aquí estamos en una columna). Te saludo con afecto. Roberto Ramírez Bravo.

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