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RAÚL SUÁREZ MARTÍNEZ

 

Chilpancingo, 11 de octubre de 2020.

Como verdad de Perogrullo cada día se acerca más la hora de la verdad en Guerrero. Todos los partidos se aprestan a soltar sus gallos o gallinas a la arena política, algunos sabiendo que juegan a ganar, otros por el orgullo de decir que pueden, otros buscando salvar el registro y los demás sin esperanzas propias.

En Morena esperan una definición de género para entrar a la segunda etapa de la disputa si es hombre, hemos apuntado que la disputa real estaría entre Félix Salgado, senador con licencia y Pablo Amílcar Sandoval, exdelegado del gobierno federal, este último por cierto utilizando una estrategia totalmente contraria a la utilizada en el 2018 por Andrés Manuel López Obrador, actual presidente de la República, un día después de anunciar su retiro de la delegación federal inundó de su imagen en espectaculares todo el estado, algo que no ha sido bien recibido por la ciudadanía en general.

Si es mujer, la delantera la lleva Adela Román Ocampo, presidenta municipal en funciones del puerto de Acapulco, quien está tejiendo importantes alianzas con sectores de Morena y de la sociedad civil. Mi punto de vista es que la candidatura, dependiendo la definición de genero de Morena, está entre Adela Román y Félix Salgado. Una alianza previa entre estos dos personajes no se vería mal, por cierto.

El PRI se revuelve entre sus escombros y la nomenclatura tricolor se empeña en apuntalar a Manuel Añorve Baños, senador de primera minoría, derrotado por Félix Salgado. Añorve hace amarres a nivel nacional para cerrarle el paso a quien algunos sectores minoritarios en Guerrero quieren como candidato, Mario Moreno Arcos; los demás son relleno para revestir las encuestas y, quitarle en todo caso preferencias a Moreno Arcos de aquellos que no quieren ir con Añorve pero tienen compromiso con algunos que en el PRI se mencionan.

El PRD amaga también con tener a Evodio Velázquez o Carlos Reyes como posibles candidatos, ambos saben que este partido no tiene la mínima posibilidad de competir, sus aspiraciones tiran arriba para caer en una blandita curul.

No olvidemos que se gesta a nivel nacional una alianza total entre PRD y PRI, lo cual significaría el desfondamiento del amarillo y el desencanto del tricolor, cuyas bases estarían integrándose en alguna medida a Morena y a algunos otros partidos incluido al PES de nueva creación.

Los partido tradicionales, algunos impulsores del actual movimiento que tiene sus tiendas de campaña voladoras en el zócalo, repudian la política de López Obrador porque, inteligente, el presidente de México empezó a desmantelar el camino del dinero sucio que alimentaba las campañas de estos partidos, el más reciente golpe -que no el ultimo- fue la desaparición de los fideicomisos y al que más le lloran, el famoso Fonden, instancia de donde más robaban los gobernantes, ya que son fondos que no tienen control, que los gobernadores controlan a placer y que casi nunca llegaban a los damnificados. Se escucha todavía a gente que se quejan de que no fueron atendidos de la desgracia del huracán Paulina o de Ingrid y Manuel, de algún sismo u otro siniestro. Dinero fluyó en el pasado, despensas, mucha ayuda, algo que nunca se materializó en beneficio de la gente.

Vamos en Guerrero a una batalla campal en territorio electoral, hay quienes pueden hacer realidad su aspiración de gobernar Guerrero, otros quieren mantenerse dentro del presupuesto, otros salvar el registro, algunos andan levantando muertos que dejaron de rugir por tener el hocico, lo digo por tener mote de animales, lleno de dinero.

Hagan sus apuestas, pero paguen, no como algunos que conozco.

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