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ROBERTO RAMÍREZ BRAVO   /

 

En septiembre, es decir, el próximo mes, comienza en el país el proceso electoral de 2018, en el que se renovarán la presidencia de la República, el Senado, la Cámara de Diputados en el plano federal; y en el plano local de Guerrero se renovarán el Congreso y las 81 presidencias municipales, aunque este último proceso, regulado por el IEPC todavía tardará otro poco para comenzar.

Lo cierto es que en la entidad ya empezó una efervescencia por los cargos que aquí estarán en juego. A saber: dos senadurías, 10 diputaciones federales, 28 diputaciones locales y los 81 municipios.

En ese juego de la política las cartas del gobernador van a tener una participación interesante.

Primero habría que definir al grupo del gobernador. A diferencia de otros mandatarios, Astudillo Flores no llegó al cargo con un grupo ya creado, y no ha hecho esfuerzos visibles por crearlo. Más bien podría decirse que ha ido conformando un círculo cercano con personajes que provienen de otros equipos. Eso hasta cierto punto es natural, si se toma en cuenta que al paso de los años, la clase política priista se ha reciclado en diferentes administraciones, y hay quienes han colaborado en otros momentos de manera muy cercana con, por ejemplo, Manuel Añorve; o con René Juárez o Rubén Figueroa Alcocer, y ahora se encuentran en el primer círculo del mandatario.

En ese esquema, los que independientemente de cuál fue su grupo de origen o si siguen vinculados a él, pero que se encuentran en el primer círculo, y que podrían representarlo en las candidaturas, son algunos de los siguientes, mencionados insistentemente en corrillos políticos.

Héctor Apreza Patrón, secretario de Finanzas. El ex alcalde de Olinalá tiene una larga trayectoria en el PRI, desde los tiempos en que estudió en la UNAM con el ex gobernador Ángel Aguirre Rivero; luego ha sido hombre cercano de René Juárez, trabajó con Manuel Añorve cuando este fue alcalde de Acapulco, y ahora se ubica en el estratégico puesto de titular de Finanzas. Apreza Patrón es considerado la pieza más fuerte por parte del gobernador para una de las dos senadurías que estarán en juego.

Ricardo Taja Ramírez, diputado federal, inició dentro del priismo en el grupo de Manuel Añorve, quien lo invitó a dejar el PRD, pero al inicio de la administración actual, fue tomando distancia de su mentor y se fue acercando al gobernador, hasta convertirse en uno de sus hombres clave. Ahora se le menciona como el que podría disputarle al añorvismo la candidatura a la presidencia municipal de Acapulco. Taja es un caso sui generis, pues proviene de una familia de comerciantes en bancarrota y en los últimos años se ha convertido en un exitoso empresario de la construcción, sospechosamente muy exitoso, según el parecer de algunos.

Reyes Betancourt Linares, actual delegado del IMSS, es uno de los casos más cercanos a un astudillismo original, marcado por el paisanaje. Se le ubica como un prospecto a la diputación federal en Chilpancingo.

Aunque Ernesto Rodríguez Escalona tiene un sello del grupo de René Juárez, y representó la alianza entre este y su sucesor Zeferino Torreblanca Galindo, ha encajado bien en el círculo de Astudillo. La razón es que encabeza la única secretaría que ha dado buenos resultados de manera ostentosa. Podría ser, dicen algunos, otra carta con la que el astudillismo buscaría jugar en Acapulco, donde Rodríguez Escalona ha competido y perdido en dos ocasiones.

Alejandro Bravo Abarca, ex alcalde de Zihuatanejo, es el jefe de la Oficina del Gobernador. Aunque dicen sus malquerientes que en realidad no hace nada, es claro que el gobernador lo ha distinguido, por eso se le ve compitiendo por la diputación federal de su distrito.

Las mujeres también están participando en este juego. Una es la secretaria de Desarrollo Social, Alicia Zamora Villalba, quien ha tenido como piedra en el zapato la fallida reestructuración del Fondo de Apoyo a los Periodistas. Zamora Villalba forma parte del equipo de Juárez Cisneros, pero se ha integrado al grupo cercano del gobernador. Se le menciona como posible aspirante a una diputación por su natal Chilapa.

Otra mujer que está dentro de ese círculo es la directora de Comunicación Social, Érika Lührs Cortés. Desde el principio de la administración se le ha mencionado como una posible candidata a diputada local, cargo que ya desempeñó con anterioridad.

Un personaje que ha sido poco visualizado, pero que tiene un vínculo muy cercano con la familia Astudillo Calvo, es el ex dirigente del PRI municipal de Acapulco, Óscar Hernández Salgado. Durante la campaña de gobernador coordinó un equipo en el puerto, pero por alguna razón no fue llamado a la administración sino hasta que esta estuvo bien avanzada. Su destino próximo podría estar en una diputación local en 2018.

César Armenta, actual secretario particular del gobernador, es una pieza importante en el equipo de Astudillo. Se le menciona como un posible candidato para la presidencia municipal de Chilpancingo, de donde es originario.

Otros astudillistas, como el secretario de Cultura, Mauricio Leyva Castrejón, al parecer continuarán en la administración.

La elección intermedia de 2018 será, según parece, ocasión para que el gobernador eche a andar sus cartas, pero también le servirá para renovar su equipo de trabajo.

 

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