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MANUEL NAVA   /

 

Entre los principales lastres que retrasan el desarrollo económico de Guerrero figuran la falta de infraestructura, la insuficiencia de capitalización y la mínima cultura empresarial y laboral, como factores internos de la actividad productiva, pero la seguridad pública constituye un elemento de contexto clave y fundamental, es la condición básica.

Con niveles de crimen en máximos históricos, es fácil entender por qué los agentes económicos se sienten amenazados en sus actividades.

Héctor Astudillo, gobernador de la entidad anticipó que en esta semana se iniciará la configuración del pacto por la seguridad en Guerrero pero a la fecha solo es un enunciado.

Hace poco más de un mes, el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) presentó los resultados de la Encuesta Nacional de Victimización y Percepción de la Seguridad Pública (Envipe) 2017 y calificó “sin cambios” a Guerrero en la prevalencia delictiva de marzo a abril de este año, respecto del pasado.

La encuesta mide el fenómeno de la victimización delictiva, así como la percepción social respecto de la seguridad pública y el desempeño de las autoridades en el periodo marzo-abril de este año en el país, por entidades y en las áreas metropolitanas.

Según los resultados del estudio ENVIPE, el 83.1 por ciento de los guerrerenses encuestados se sintieron inseguros, mientras que la tasa de víctimas en la entidad por cada 100 mil habitantes -uno de los principales indicadores que se genera con la encuesta conocido como prevalencia delictiva- se ubicó en 31 mil 344 en 2015 y 32 mil 58 en 2016.

La encuesta estableció la incidencia delictiva 2015-2016 con 53 mil 875 delitos en 2015 y 47 mil 392 en 2016 para Guerrero, cifra que supera el promedio nacional que fue de 35 mil 1497 en 2015 y 37 mil 17 el año pasado.

Guerrero mantuvo también la extorsión como el delito más frecuente, lo mismo que Michoacán, Oaxaca y Morelos, mientras que el robo o asalto en la calle o en transporte público se registró con mayor frecuencia en Puebla y el Estado de México.

La percepción de la población respecto a la situación actual sobre inseguridad pública en Guerrero fue que se registraron 71 homicidios por cada 100 mil habitantes, en tanto que 34 por ciento de los delitos ocurrieron con portación de arma de fuego el año pasado.

En extorsión de acuerdo a la tasa por cada 100 mil habitantes hubo en Guerrero 20 mil 153, y en el nivel de confianza de la policía preventiva el 50.5 por ciento de los encuestados desconfiaron de ella.

No hace falta una encuesta para sentirlo en carne propia y para reflejarlo en  las decisiones económicas y financieras que toman los agentes económicos.

A la par se hizo el anuncio de la Zona económica Especial con cabecera en Lázaro Cárdenas y para que esas inversiones fructifiquen se requiere de seguridad pública y de certidumbre política y legal.

Por el otro lado la administración guerrerense incurre en sobre ofertar a la Zona Económica Especial  y su impacto en los municipios de Guerrero.

 

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