- La mayoría de los negocios no estaban asegurados; ahora esperan los apoyos gubernamentales para ver si continúan o cierran definitivamente, dice Mario Moreno
- Hasta el momento, siete empresas ya cerraron de manera definitiva, y una está a punto de hacerlo, dice el líder empresarial
- No obstante, muestra un atisbo de esperanza: “todo comienzo es una nueva oportunidad”, dice
ROBERTO RAMÍREZ BRAVO /
Acapulco, 27 de enero de 2024. Mario Moreno Rojas, presidente de la Cámara Nacional de la Industria de la Transformación (Canacintra) en Acapulco, se muestra a la vez optimista y a la vez preocupado, por el futuro que aguarda al sector empresarial y al puerto, después del paso del huracán Otis.
“Un nuevo comienzo es una nueva oportunidad”, dice en la entrevista, y considera que es posible sacar “lo bueno”, si lo hay, del desastre provocado por el meteoro. Sin embargo, advierte, “la recuperación de Acapulco ha sido lenta porque en realidad el que ha estado muy lento es el sector privado”.
A tres meses de que el huracán impactara en el puerto de Acapulco, todavía hay por toda la ciudad hoteles que muestran sus estructuras sin paredes, restaurantes que todavía permanecen cerrados, instituciones bancarias, negocios varios, que siguen devastados.
“No todos los empresarios, no todas las empresas, no todos los negocios -puntualiza- estaban asegurados, no todos tienen el potencial económico para volver a reabrir sus negocios, a rehabilitarlos, a acondicionarlos”.
Entrevistado en las oficinas de la agrupación, en la calle Morteros, Moreno Rojas remarca: “Recuerda que no solamente fue el paso de Otis, lo que los destruyó, sino también los saqueos de los mismos pobladores de Acapulco”.
Dijo que como dirigente empresarial ha insistido a sus agremiados de Acapulco, Coyuca de Benítez y Zihuatanejo, en que es necesario buscar alternativas para evitar los cierres, sin embargo “hay algunos que ya se fueron de Acapulco”.
Al menos siete empresas han cerrado y una está por hacerlo, señaló.
-Nosotros -agregó- hemos estado haciendo lo propio como presidente de la Cámara Nacional de la Industria de la Transformación en Acapulco, Coyuca de Benítez y Zihuatanejo: estoy exhortando a todos los socios a que busquemos las alternativas, busquemos las herramientas, los mecanismos, que nos permitan seguir trabajando, seguir abriendo las puertas de los diferentes negocios, empresas, que tenemos en el padrón. Sin embargo, hay algunos que ya se fueron de Acapulco. En la mayoría, todos estamos apoyándonos, de diferentes maneras, pero buscamos las alternativas para que no se cierre un negocio más, es decir, nosotros ya contamos con siete empresas y uno por confirmar, pero definitivamente siete ya cerraron, y otras están esperando que les llegue el apoyo federal para determinar si continúan o no.
“Muchas de las empresas que tenemos nosotros en nuestro padrón, están en un punto intermedio donde se están esperando para reabrir o rehabilitar sus negocios, dependiendo de los apoyos económicos, es decir, los préstamos que van a hacer (por parte del gobierno federal), vamos a ver qué tan bien podemos acceder a ellos, y de ahí van a tomar la decisión de si abren, o si definitivamente cierran”, señaló.
La destrucción que provocó el huracán Otis, dijo, “definitivamente ha sido un golpe muy duro para todos los sectores, no solamente el empresarial”.
-En esas condiciones -se le pregunta-, ¿es posible crear un nuevo Acapulco?
-Nosotros creemos que siempre un nuevo comienzo es una nueva oportunidad, y aprovechando este desafío que nos dejó, este mal sabor de boca que nos dejó el huracán Otis, necesitamos sacar lo bueno de esta parte. En reuniones que hemos tenido con diferentes sectores empresariales, asistimos a la ciudad de México, donde estuvimos varios empresarios de Acapulco y de diferentes lugares, y también el empresario Carlos Slim, y se estaba retomando la iniciativa de que con este nuevo comienzo hubiera una nueva imagen de Acapulco. Para lograrlo se necesita el consentimiento, se necesita el consenso, se necesita la aprobación, pero sobre todo la unidad de las diferentes partes, no solamente el sector empresarial, sino de cualquier asociación, incluso de la ciudadanía. Entonces estamos confiando en que este nuevo comienzo sea una nueva oportunidad para que sea un Acapulco más brillante que antes.
