- Alejandrino González acusa a presunto militar y a agentes ministeriales; señala intimidación, robo y omisión de auxilio por parte de la Fiscalía de Guerrero
REDACCIÓN /
Chilpancingo, 31 de mayo de 2025. El fotoperiodista Alejandrino González denunció públicamente haber sido víctima de persecución, amenazas y abuso de autoridad la noche del viernes 30 de mayo, luego de documentar la protesta magisterial de la Ceteg en el centro de Chilpancingo.
En un mensaje publicado en sus redes sociales hoy sábado, González relató que, tras una jornada de cobertura periodística, vendió once ejemplares de su libro Al Límite, una recopilación de crónicas que escribió en 2019. Reunió mil 100 pesos, que guardó en una bolsa negra de mano donde también transportaba los libros.
Durante la manifestación, dijo, notó a un hombre que rondaba varias veces el área en motocicleta, observándolo con insistencia. Horas después, al salir de cenar y dirigirse en su camioneta particular hacia su domicilio en la colonia donde vive, fue interceptado por una motocicleta en la que viajaba el mismo sujeto.
Según su testimonio, el hombre intentó obligarlo a detenerse, y lo persiguió desde las inmediaciones del Congreso del Estado, pasando por el Tecnológico de Chilpancingo, hasta el Palacio de Gobierno. Al sentirse amenazado, González llamó al 911 para pedir auxilio, pero asegura que la operadora no canalizó apoyo oportuno y le hizo repetir varias veces la emergencia.
Al no recibir respuesta, decidió trasladarse directamente a las instalaciones de la Fiscalía General del Estado, donde, para su sorpresa, el sujeto que lo seguía ya se encontraba dialogando con los agentes ministeriales. “Lejos de recibir apoyo, fui encañonado y mi camioneta fue revisada. Intenté grabar lo que sucedía, pero me arrebataron el celular. Uno de los ministeriales revisó la bolsa donde llevaba los libros y el dinero, y me doy cuenta de que ese dinero ya no estaba”, denunció.
González identificó al hombre que lo perseguía como un presunto elemento del Ejército Mexicano, quien se presentó así ante el personal de la Fiscalía. “Era el mismo que nos observaba horas antes durante la protesta. No sé si solo a mí o a mis compañeros periodistas”, afirmó.
Además del presunto robo y la intimidación, el fotoperiodista denunció la complicidad y omisión de los agentes ministeriales, quienes no detuvieron al sujeto a pesar de que se encontraba en flagrancia. Por el contrario, asegura que le permitieron retirarse, posiblemente protegido por sus compañeros.
“Si esto es parte de una persecución para intimidar a la prensa por nuestra labor, estamos ante una situación muy grave. No confío en autoridades que cometen omisiones y abusos. Hago responsable al sujeto que me persiguió y a la autoridad con la que está coludido”, concluyó.
