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ROBERTO RAMÍREZ BRAVO   /

 

Un tuit, y el panorama político dio un giro: “Anunciamos que el coordinador de organización estatal de Morena en Guerrero será Félix Salgado Macedonio”, escribió en su red social el dirigente estatal del Movimiento Regeneración Nacional, Pablo Amílcar Sandoval Ballesteros.

Poco más tarde, el partido emitió un comunicado oficial para confirmar el dato, y además precisar otros detalles de la reunión donde se les dio a conocer a los participantes en la encuesta los resultados de la misma. Estaban presentes los tres que nombró el Consejo Estatal, Pablo Amílcar Sandoval, César Núñez Ramos y Marcial Rodríguez Saldaña, el propio Félix Salgado y el dirigente estatal del Partido del Trabajo, Victoriano Wences Real, que fueron propuestos por el CEN, además de los representantes de la dirigencia nacional y el presidente del Consejo, Luis Enrique Ríos Saucedo.

Los resultados fueron una sorpresa, al menos para la base de Morena y para no pocos espectadores externos, que no habían visto participar a Salgado Macedonio en una contienda como candidato desde cuando en 2005 buscó la presidencia municipal de Acapulco, y que en cierta lógica creían que ya no buscaría la participación directa. Incluso, era extendida la versión de que para 2018 buscaría candidaturas para alguna de sus hijas, y no para él.

Sin embargo estuvo en la encuesta y, según los datos que se pudieron conocer, el resultado fue tan contundente que ninguno de los involucrados pudo inconformarse con este. El detalle aquí es que después de Salgado Macedonio, el segundo lugar habría sido para Wences Real y no para ninguno de los aspirantes morenistas, lo que sin duda debe inducir a una reflexión interna.

Por otro lado, era natural que, metido en la encuesta, Félix Salgado le ganara a sus competidores: ha sido dos veces diputado federal, una vez ya fue senador, y fue alcalde de Acapulco, además de haber sido dos veces candidato a gobernador en situaciones tales que estuvo a punto de gobernar Guerrero. Ahora el reto que tiene el ex director del periódico La Jornada Guerrero es también enorme: tendrá que coordinar la estrategia electoral de la entidad, junto con quien sea designada en el mismo cargo por parte de las mujeres.

Y esta tarea, valga decirlo, no será nada sencilla, pues hasta ahora lo que se ha visto en Morena ha sido una confrontación entre grupos, en un partido que expresamente declara no tener cabida para los grupos. Sin embargo en Guerrero los hay: de un lado ha estado la alianza Marcial Rodríguez-César Núñez, y del otro el equipo que trabaja con Pablo Amílcar Sandoval, de tal modo que ninguno de estos bloques logró presentar un candidato fortalecido. Habría sido natural que si cualquiera de ellos fuera designado coordinador estatal, se encontraría con el bloqueo desde el grupo contrario, y tuvo que ser un externo quien pudiera encabezar los trabajos sin que nadie se esté peleando. O eso, al menos, es en los primeros momentos tras el nombramiento.

Lo que es cierto es que Félix Salgado podría atraer a Morena a votantes que son del PRD y que se han quedado hasta ahora en el sol azteca, a pesar de que, como dice el dirigente estatal Celestino Cesáreo Guzmán, tenga tiempo sin hacer vida orgánica dentro del partido.

Sin embargo, Salgado Macedonio tiene también que afrontar su propio reto: no debe olvidar que en la firma del pacto con Andrés Manuel López Obrador, fue el primer abucheado, si bien no el único, por militantes de Morena, y tendrá que trabajar para restablecer un acercamiento real con ellos. Muchos morenistas salieron del PRD precisamente en rechazo a los liderazgos que en esos momentos existían en ese partido, por lo que será traumático encontrárselos ahora otra vez, y nada menos que en una posición de coordinación.

También tendrá que ser hábil equilibrista para no complicar la relación con la dirigencia estatal que encabeza Sandoval Ballesteros, pues ambos estarán, de una manera directa, involucrados en la organización del proceso electoral en el estado. Y ya se sabe: donde hay un capitán, no puede haber dos capitanes.

El nombramiento de Salgado Macedonio también manda un mensaje a los demás que están compitiendo: aunque estén en la terna, no tienen nada seguro. La dirigencia nacional tiene la opción de meter otras dos propuestas que seguramente, como en este caso, no serán visibles públicamente, pero que pueden decidir un cambio repentino.

Sin duda la designación de Félix Salgado como coordinador de organización estatal ha generado muchas reacciones –algunas, valga decirlo, de militantes priistas- a través de las redes sociales, pero una vez que pase la primera efervescencia se podrán asentar un poco las aguas y, más serenamente, se verá lo que es capaz de hacer el originario de Las Querendas. Al menos, por falta de experiencia del designado, pues ha acumulado muchos años de competencia electoral, nadie se podrá quejar.

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