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* Ya hay presupuesto, dijo el presidente delante del gobernador el 15 de marzo

* El jueves, habitantes impidieron la inauguración del centro que, según De la Peña, está totalmente equipado

ROBERTO RAMÍREZ BRAVO  /

 

Acapulco, 21 de agosto de 2021. En su paso de Cuajinicuilapa a Ayutla, donde tendría una reunión multitudinaria, el presidente Andrés Manuel López Obrador hizo un alto en Cruz Grande, durante su pasada gira por Guerrero el 15 de marzo.

Aunque era un punto que no estaba contemplado dentro de la agenda del recorrido, la gente esperó durante horas el paso obligado del presidente por ese lugar. Solo querían saludarlo, pero era tanta la multitud, que López Obrador dejó el vehículo en que viajaba y salió a platicar con los costeños y costeñas que ahí estaban.

Luego subió a la parte trasera de una camioneta y desde ahí les habló. No podría visitar todos los pueblos, les dijo, porque son muchos, pero sí los iría visitando poco a poco. “Ahora se gobierna con el pueblo, ya no es como antes”, remarcó.

La gente lanzaba vítores, y entre ellos, la petición de un hospital. Fue entonces cuando López Obrador dijo que sí, el hospital va, y que la próxima semana estaría en Cruz Grande el director del Instituto de Salud para el Bienestar (Insabi), Juan Ferrer, para concretarlo, junto con el gobernador Héctor Astudillo, que estaba a su lado en la camioneta.

“Héctor Astudillo -dijo el presidente- va a estar presente, porque ya hay presupuesto: 17 millones de pesos. De todas maneras, yo voy a estar pendiente de que se cumpla”, ofreció.

Cinco meses y cinco días después, el 20 de agosto, el gobernador Astudillo acudió a Cruz Grande para inaugurar las nuevas instalaciones, para dar cumplimiento al compromiso presidencial. Pero ya no era ningún hospital de 17 millones de pesos, sino un “centro de salud ampliado”. Alertados desde días antes de esa visita, y de la intención de dejar en un centro de salud lo que se suponía que era un hospital, los habitantes se organizaron para rechazar la entrega y con gritos impidieron el acceso del gobernador al recinto.

Este jueves 20, según diversas versiones, pobladores de Cruz Grande impidieron el acceso del gobernador al lugar y retuvieron durante seis horas a funcionarios estatales, entre ellos el secretario de Salud, Carlos de la Peña Pintos y la directora de Comunicación Social, Érika Lürhs Cortés.

“El personal de salud merece todo nuestro respeto, es inaceptable que hayan sido retenidos por más de 6 horas por un pequeño grupo que, por intereses políticos y en plena pandemia intentó impedir el inicio de operaciones del Centro de Salud con Servicios Ampliados de Cruz Grande; una obra que por más de 10 años estuvo inconclusa”, escribió en su cuenta de Facebook el gobernador, sin referirse a ningún hospital, como le había ofrecido el presidente a los pobladores.

Así estaba en 2018

PERO SÍ ERA HOSPITAL…

El secretario de Salud, Carlos de la Peña Pintos, informó que el hospital que reclamaban los lugareños, y que iba a ser inaugurado ese día, era en realidad un centro de salud con una sala de quirófano, una sala de expulsión, que tiene rayos X digitales, ultrasonido, y todos los consultorios están computarizados para que puedan ver las radiografías ahí mismo, y con ventiladores disponibles por si es necesario usarlos con pacientes covid.

La directora de Comunicación Social, Érika Lührs Cortés, explicó que la obra tenía 10 años abandonada, pero al inicio de pandemia, se terminara como una prioridad, el centro de salud, con servicios ampliados “muy por encima de las expectativas que se tenían”.

Nadie hablaba ya del hospital, ni nadie mencionaba el compromiso presidencial, sino la culminación de una vieja obra que llevaba años sin ser terminada.

Pero era, hasta ese momento, oficialmente, un hospital.

El 18 de septiembre de 2018, la Secretaría de Desarrollo Urbano y Obras Públicas, informó y está disponible en su página oficial, que “se encuentra activa y se realiza la instalación de equipo médico” en la obra Hospital de Cruz Grande. En su comunicación oficial en ningún momento se refiere a un centro de salud.

Sin embargo, tuvieron que pasar otros dos años para que el “Hospital de Cruz Grande” estuviera listo. Durante su visita de marzo, el presidente López Obrador se comprometió a concretar la obra con una inversión de 17 millones de pesos, cuyo presupuesto, dijo, ya estaba autorizado. Era solo cuestión de llevarlo a cabo.

Para ello ofreció el trabajo directo, de la mano con el gobernador, del director del Insabi.

El 14 de agosto pasado, durante la conferencia mañanera que el presidente dio en Acapulco, el gobernador Héctor Astudillo Flores se refirió al compromiso que el mandatario hizo con el pueblo de Cruz Grande para la construcción del hospital regional y en esa ocasión en ningún momento habló de un centro de salud, sino de un hospital. “Quiero comunicarle, señor presidente, que a más tardar en una semana va a operar el hospital de Cruz Grande”, le dijo al mandatario, quien lo escuchaba atento.

De marzo a la fecha han pasado cinco meses. De acuerdo con varios testimonios, los trabajos se intensificaron desde entonces.

No obstante, Efrén Cortés Chávez, sobreviviente de la matanza de El Charco (en Ayutla, 1998), refiere que “el Centro de salud Ampliado para las necesidades que tiene Cruz Grande no sirve para nada. Cruz Grande por su posición Geográfica necesita un hospital Regional que beneficie a los municipios vecinos. El gobierno federal debe intervenir ya que es una demanda popular, si esto no es así, el discurso de López Obrador donde se comprometió que sería un hospital es pura propaganda y demuestra que no le interesa la salud del pueblo pobre”.

En redes sociales, el usuario de Facebook Braulio Pimentel resumió el tema de esta manera: “El plan con maña consiste en anunciar un hospital regional, después construyen una mini clínica que no se sabe cuánto le invirtieron y, al último mediante moches, comprueban una inversión enorme, robándose más de la mitad del dinero. Y para acabarla nunca funciona porque no hay personal médico especializado ni medicinas!!! Y el pueblo, sigue marginado y muriendo por no poder pagar servicio medico privado!!! Mientras el gobernador en turno y sus más allegados salen millonarios!!!”

Por lo pronto, Astudillo Flores no pudo inaugurar el hospital-centro de salud. El presidente López Obrador, tal vez en prevención de lo que está ocurrió, ofreció, al momento de ofrecer el hospital, estar vigilante.

 

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