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* Diana Vagoo, de 24 años, fue acusada de robo cuando intentaba hacer una compra, incomunicada, y agredida sexualmente

 

REDACCIÓN    /

 

Ciudad de México, 26 de enero de 2021. La artista plástica acapulqueña Diana Carranza Ramírez, conocida como Diana Vagoo, de 24 años, con estudios de la Escuela de Iniciación Artística del INBA, fue privada ilegalmente de su libertad por personal de seguridad de Walmart, quienes la incomunicaron, vejaron, la entregaron a policías municipales de la alcaldía de Azcapotzalco II, los que a su vez la encerraron en una celda frente a otra con puros hombres, uno de los cuales se masturbaba delante de ella, a la vista de los policías.

El motivo: un supuesto robo de un producto que la acapulqueña ya había pagado.

Los hechos ocurrieron en la tienda Walmart Refinería el 24 de enero, en la Ciudad de México, alrededor de las 3:30 de la tarde. Diana acudió al centro comercial para comprar un regalo para su padre, quien cumplía años, pero se encuentra muy delicado por contagio de covid 19.

Diana Vagoo compró el producto, un cepillo de vapor para planchar, lo pagó en caja, pero debía recogerlo en Electrodomésticos. Cuando quiso hacerlo, le informaron que no había en existencia y le ofrecieron otra cosa y reembolsarle la diferencia, en Atención a Clientes; ella acepta, escoge un portavasos de 99 pesos, pero se le ocurre que tal vez pueda llevarse también el cepillo que estaba en exhibición. El personal que la atiende está de acuerdo, ella entonces, con los dos productos en la mano, se dirige al área de Atención a Clientes, donde debía cerrar la operación.

En ese momento el personal de seguridad la intercepta y la acusa de ladrona; ella intenta explicarles, les muestra el ticket, pero los elementos, mujeres, la rodean, encapsulándola y ya no le permiten hablar ni con quien la estaba atendiendo; ella pide hablar con el gerente, pero se lo impiden, no la dejan usar el teléfono, el cual la obligan a apagar, y la entregan a cuatro policías que la suben a la patrulla MX-319-M3, la esposan, la mantienen incomunicada y empiezan a amedrentarla. La amenazan con que la trasladarán al reclusorio sin derecho a fianza, porque no importa que el producto cueste solo 99 pesos, sino el robo.

Patrulla donde fue trasladada la clienta de Walmart.

En el trayecto, los agentes -dos hombres y una mujer, que no se identificaron ni mostraron sus nombres en los chalecos- empezaron a agredirla diciéndole que parece anoréxica, que por qué tiene tatuajes, que “no te la vas a acabar ahora sí”.

Los policías la llevan a la delegación Azcapotzalco II y la encierran en una celda frente a la cual hay otra con varios hombres. Ella es la única mujer. Uno de los presos se baja el cierre del pantalón y comienza a masturbarse, ella se pega a la pared para no ver lo que aquel está haciendo. Un policía afuera de la celda observa la escena y se burla: “ridícula -le dice-, ¿por qué te pones en la pared? Siéntate (frente al hombre que se masturba)”.

Ahí estuvo alrededor de siete horas (de las 4:30 de la tarde hasta alrededor de las 11 de la noche). Al final, simplemente fue liberada, al parecer sin que se hubiera levantado ningún acta, sin darle la opción de tomarle declaración ni nada. Los abogados de Walmart todo el tiempo estuvieron presentes, acosándola, pero por la noche se retiraron.

Walmart, una historia de abusos

Los abusos contra clientes son frecuentes en esta empresa que además controla Sams Club y Aurrerá.

En 2019, el portal de noticias Sin Embargo reportó el caso de una mujer que fue acusada sin fundamento de haber robado productos de la sucursal Walmart Tepeyac, en la ciudad de México. Para protestar por la acusación infundada y demostrar su falsedad, la clienta se despojó de sus ropas, primero de la falda y luego de la blusa y se dirigió a los sensores antirrobo, que no registraron nada.

Luego, molesta, y una vez que los guardias de seguridad que la habían interceptado ya no pudieron seguir acusándola, la mujer se retiró. Un ciudadano grabó la escena en video y esta se reprodujo por millones, pero después desapareció porque supuestamente infringía las normas de esa red social.

En otro incidente, también reportado en redes sociales, en esa misma tienda, un cliente fue agredido por guardias de seguridad de la empresa PRISA, que da servicio a Walmart, por haber abierto un jugo para su hija mientras esperaba en la caja para pagarlo. Ese incidente provocó un enfrentamiento verbal entre la gente que estaba presente cuando intentaron detener al padre, y los elementos con boina, radios, botas paramilitares y actitud ofensiva, según relata el periódico Pulso de San Luis.

En Walmart Belisario Domínguez, en Tuxtla Gutiérrez, Chiapas, un usuario fue interceptado por personal de seguridad porque llevaba una prótesis en una pierna y “se ve raro”, así que querían que se quitara el pantalón para ver qué llevaba ahí. El mismo usuario denunció que una ocasión antes iba con su hija a la que llevaba en una carreola, y los guardias lo acusaron de haberse robado la carreola “porque era nueva”. Fue detenido hasta que pudo comprobar que había la carreola era suya.

En diciembre de 2017, un ciudadano denunció que en la Bodega Aurrera ubicada -que forma parte del mismo consorcio Walmart- en Av. Clouthier, en Metepec, Edomex, fue acusado de robarse unos rastrillos, pero él empezó a grabar lo que ocurría, y un individuo lo siguió acusando de llevar con él los rastrillos. Finalmente, el cliente exhibió ante su propia cámara el contenido del maletín de mano que llevaba, en el cual no había ningunos rastrillos.

En Walmart Acapulco (Icacos), la periodista Laura Sánchez Granados denunció que fue asaltada en el interior de la tienda por una pareja que chocó su carrito contra el de ella de manera intencional. Aunque puso la denuncia correspondiente, el personal de la tienda nunca le dio el apoyo.

 

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