* Las agencias de viaje están quitando de sus listas a Zihuatanejo, reclaman
HERCILIA CASTRO /
Zihuatanejo, 27 de junio de 2017. Comerciantes y restauranteros de playa La Ropa, bloquearon por más cuatro horas los accesos a ese balneario, en protesta por la prohibición que hizo el alcalde Gustavo García Bello de que entren los camiones de turismo nacional.
La prohibición, que se dio hace dos semanas, es porque un grupo de restauranteros de los negocios Arena, Paty Marimar y La Perla, han solicitado que no entren los autobuses provenientes del Bajío, ya que alegan que han dañado el pavimento de esa zona turística.
Unos 200 comerciantes, entre masajistas, paracaidistas, lancheros, restauranteros y vendedores ambulantes, fueron esta tarde al ayuntamiento para buscar una entrevista con el alcalde García Bello, sin embargo, nadie del cuerpo edilicio les atendió.
Los inconformes decidieron marchar del ayuntamiento hasta los accesos de playa La Ropa, a la altura del hotel Kaukan, sin embargo, en el trayecto se quedaron a bloquear en la glorieta plaza Kioto.
Uno de los comerciantes reclamó que la decisión de impedir que el turismo nacional llegue es cuestión de unos cuantos, además de que la prohibición es un paso para que se privaticen las playas de Zihuatanejo.
“Ya las promotoras de turismo ya sean de Guanajuato, de Morelia o de donde vengan, y Monterrey están quitando de sus tablas el destino turístico de Zihuatanejo, no están diciendo nada más que a playa La Ropa no van a venir, están diciendo que a todo Zihuatanejo”, reclamó un comerciante.
Recalcó que al momento de ser afectada La Ropa, ya no habrá trabajo ni dinero, además que todos los comerciantes y todo el pueblo, serán afectados con la nueva prohibición.
De los afectados, comentó que son más de 400 familias las que viven del turismo nacional cada fin de semana.
“Al no haber dinero no podremos comprar a los del mercado, y los del mercado n tendrán ventas, es un problema de todos, no nada más de La Ropa”, dijo.
“¡Ahorita quitaron los autobuses, luego van a quitar los comerciantes, y luego, Zihuatanejo al hoyo!”, exclamaba un comerciante.
Los turisteros, comerciantes y restauranteros, llegaron hasta la plaza Kioto a bloquear las entradas, pero los automovilistas no les daban su apoyo, al contrario, reclamaban que los afectados no los dejaran pasar.
Un chofer de combi le reclamó a los inconformes: “nos están afectando nuestro trabajo, quítense, yo estoy de su lado, pero déjennos trabajar”.
“Nosotros -dijo un comerciante- les apoyamos cuando ustedes hicieron su paro, apóyennos ahora ustedes, ustedes también salen afectados”, reviró el comerciante al chofer, en referencia de que a inicios de enero, los transportistas bloquearon en rechazo al alza de la gasolina.
Pero al chofer se le olvidó que había bloqueado, y solo pedía que se quitaran del camino los manifestantes.
Otro taxista intentó echarle el carro encima a los inconformes, a pesar de que en la manifestación pacífica había niños y personas de la tercera edad.
Pasadas las 16 horas, los manifestantes se retiraron del lugar, no sin antes advertir que continuarán mañana con las protestas.
