- Agentes federales lanzan gases lacrimógenos y granadas aturdidoras contra manifestantes que bloqueaban vehículos oficiales
- La Guardia Nacional fue puesta en predespliegue tras los disturbios; líderes locales denuncian uso excesivo de la fuerza
REDACCIÓN /
Ciudad de México, 07 de junio de 2025. Las redadas migratorias realizadas por el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE, por sus siglas en inglés) en distintos puntos de Los Ángeles durante el viernes 6 y el sábado 7 de junio desataron un ambiente de confrontación con la comunidad hispana angelina. Al menos 44 personas fueron detenidas en operativos simultáneos, muchos de ellos en centros de trabajo. Entre los arrestados se encuentran al menos 11 mexicanos, según confirmó el consulado de México en esta ciudad.
Las acciones provocaron una respuesta inmediata de la ciudadanía. En la tarde del viernes, cientos de personas se movilizaron frente al edificio federal Edward R. Roybal para exigir la liberación de los detenidos y denunciar el uso de tácticas intimidatorias. De acuerdo con Los Ángeles Times, las autoridades federales respondieron con gases lacrimógenos, granadas de aturdimiento y rociadores de gas pimienta para dispersar a los manifestantes, algunos de los cuales habían bloqueado la salida de vehículos oficiales.


En uno de los episodios más tensos de la jornada, fue arrestado David Huerta, presidente del sindicato SEIU California, mientras documentaba una de las redadas. El hecho fue confirmado por el periodico The Guardian, que también informó de al menos tres personas heridas durante el operativo. Las imágenes de Huerta siendo inmovilizado circularon ampliamente en redes sociales y provocaron pronunciamientos de diversos líderes locales.
Uno de los escenarios de mayor tensión fue una sucursal de Home Depot en Paramount, donde ICE realizó detenciones dentro del estacionamiento. Algunos trabajadores fueron abordados directamente en sus vehículos mientras llegaban a sus turnos, sin acceso inmediato a asistencia legal.
La alcaldesa de Los Ángeles, Karen Bass, criticó públicamente los operativos. En un mensaje compartido el sábado, señaló que “estas acciones no contribuyen a la seguridad pública, sino que siembran terror en nuestras comunidades inmigrantes”. Por su parte, el gobernador de California, Gavin Newsom, advirtió que el uso de la Guardia Nacional, puesta en predespliegue durante la noche del sábado, “podría escalar el conflicto de manera irresponsable”, según reportó Los Ángeles Times.


Desde el gobierno federal, funcionarios de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP) y del Departamento de Seguridad Nacional defendieron las redadas como “legales y necesarias”, y calificaron las manifestaciones como “acciones insurreccionales”. De acuerdo con CNN y Reuters, altos mandos han señalado que estos operativos forman parte de un “esfuerzo coordinado a nivel nacional” para hacer cumplir la ley migratoria en estados considerados como “santuarios”.
El sábado, las protestas continuaron. En calles de Paramount, grupos de vecinos bloquearon vialidades, quemaron basura y colocaron barricadas improvisadas. Según NBC Los Angeles, los enfrentamientos duraron más de dos horas, y nuevamente se emplearon gases y dispositivos de control de multitudes.
La escalada de los operativos ha despertado preocupación entre organizaciones civiles, que advierten sobre posibles violaciones al debido proceso, especialmente por la negativa de ICE a permitir el contacto inmediato de los detenidos con abogados o representantes consulares. Voceros del Centro de Recursos Centroamericanos (CARECEN) denunciaron que algunos de los arrestados no han podido comunicarse con familiares ni recibir asistencia legal, lo que podría abrir la puerta a acciones judiciales.

