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 * Una historia de violencia doméstica que las autoridades conocieron, pero no atendieron

REDACCIÓN    /

 

Chilpancingo, 06 de diciembre de 2019. La ex suegra de la nutrióloga Magdalena Aguilar Romero, identificada como Silvia Arciniega Valladares, fue sentenciada este viernes  a cumplir una condena de 40 años de prisión por feminicidio en agravio de la joven de 25 años.

Parecería el corolario de una trágica historia, pero no lo es, porque el asesino material, César Gómez Arciniega, todavía se encuentra prófugo, a casi dos años del asesinato.

La Fiscalía General del Estado dio a conocer esta mañana que obtuvo la sentencia condenatoria por 40 años.

El 13 de enero de 2018, Magdalena Aguilar fue reportada como desaparecida. Su cuerpo, descuartizado, se hallaría días después, el 22 de enero, en el domicilio de su ex suegra, en Taxco, donde estaba preparado para ser cocinado. La suegra era propietaria de un centro botanero, donde tenía en ollas las partes del cuerpo de Magdalena, unas en la estufa y otras en el refrigerador.

La historia causó conmoción en el municipio, en el estado y el país. Es una historia de celos, agresiones y, finalmente, el asesinato.

De acuerdo con testimonios publicados por la prensa en su oportunidad, Magdalena y César se conocieron en 2011, y cuando ella quedó embarazada, decidieron vivir juntos, en Taxco. El problema es que ella quería seguir sus estudios y para ello tenía que trasladarse a Iguala, lo que generó los primeros problemas.

Con el tiempo, lo que empezó como celos se transformó en golpes y peleas, y la joven tuvo que ser atendida por maltrato doméstico. Testimonios refieren que para evitar el enojo de su marido, la joven dejó de arreglarse e incluso de bañarse.

El caso llegó al Ministerio Público, pero la autoridad no se interesó en atenderlo. Con el paso del tiempo, la pareja tuvo dos hijos. Hasta ese momento, según los familiares de la joven, César no tenía ningún trabajo conocido, por lo que nadie sabe de dónde obtenía sus ingresos para vivir.

Magdalena prácticamente se escapó de la casa y regresó con sus dos hijos al lado de sus padres, pero no impidió a los niños convivir con sus padres.

El día de su desaparición precisamente los niños habían estado con su padre durante dos días, y él debía devolverlos a la una de la tarde, pero no lo hizo. Entonces ella fue a buscarlos a casa de él en Taxco. Varios vecinos refieren haberla visto llegar pero no salir, sin embargo, cuando los padres de la joven fueron a buscarla ahí, dado que habían pasado varias horas y no habían vuelto, tanto la ex suegra como el ex esposo le dijeron que había ido, en efecto, pero que se había retirado a las 6 de la tarde.

Los padres de Magdalena notaron que César tenía el rostro lleno de arañazos. Varios días después, ya con marchas y una intensa campaña de búsqueda, alguien les llamó por teléfono y les dio un escueto mensaje: “su hija está en cacerolas en la casa de César”.

En efecto, ahí estaba: unas extremidades en unas ollas sobre la estufa, otras en cubetas, el torso en el refrigerador, y otras partes en bolsas negras.

Silvia Arciniega fue detenida, y este viernes 6 de diciembre de 2019 fue sentenciada en el juicio oral JO-08/2019, llevado a cabo la Audiencia de Individualización de Sanciones y de Reparación del Daño, a 40 años de prisión y a pagar una multa y por la reparación del daño.

No obstante, la historia no termina aquí, porque falta por detener al principal sospechoso, que es el ex esposo César Gómez Arciniega. La Fiscalía mantiene desde hace casi dos años el ofrecimiento de una recompensa por 500 mil pesos para quien dé información que permita capturarlo.

Pero se ha hecho ojo de hormiga.

 

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