* En varios camiones materialistas entraron el viernes hasta el cerro del Mogote, donde no se permite el acceso, denuncia Carlos Zubillaga
ROBERTO RAMÍREZ BRAVO /
Acapulco, 01 de marzo de 2020. El vocero del grupo de ambientalistas defensores del parque Papagayo, Carlos Zubillaga Ríos, denunció que varios camiones materialistas fueron vistos ingresar en ese espacio arbolado, cargados de bultos de cemento.
Los vehículos subieron a la parte alta del cerro del Mogote, pero cuando los ambientalistas intentaron subir para ver qué destino pretendían darle al cemento, fueron impedidos por guardias de seguridad.
Esto ocurrió la tarde del viernes, señaló. Dijo que en ese momento tuvieron una comunicación telefónica con el director del parque, Carlos Ortegón, pero este les dijo que ya no se podía subir porque era momento de cerrar, además de que ya habían acordado tener una reunión con él el próximo lunes, y en consecuencia no les permitió el acceso.
Zubillaga dijo que él personalmente vio a un vehículo ingresar, pero sus compañeros vieron a más, y se preguntó cuánto cemento estaría ingresando al parque ya que en 20 bultos se hace una tonelada y es mucho más lo que cabe en un solo camión.
Dijo que el principal problema que existe es que no hay información oficial sobre los trabajos que se están realizando en el parque.
En cuanto a las obras que ya están en proceso y que son visibles, consideró que es innecesario hacer una barda perimetral que según algunas estimaciones independientes podría costar alrededor de 3 millones de pesos, recurso que dijo podría destinarse a otras cosas.
Asimismo, externó su preocupación por el manejo que le darán a los árboles, pues aunque hay el compromiso de que no los tirarán, el hecho de que las obras se estén llevando a cabo sin observación ciudadana, genera inquietud. Precisó que el parque Papagayo es uno de los pocos en el mundo que tiene árboles (22 en total) originarios de la zona y que solamente se encuentran en esta área.
También dijo que les preocupa el destino de la biblioteca, pues en la maqueta que les han mostrado, parece que se convertirá en bibliteca-café, algo destinado solo a la recaudación de ingresos, pues normalmente las bibliotecas no tienen área de café, y cuando lo hay, este se encuentra separado, no en el mismo espacio.
“Parece que quieren hacer una especie de biblioteca cafetería, sacarle provecho económico a todos los lectores que vayan ahí. Ninguna biblioteca del mundo tiene servicio de cafetería, la cafetería está en otro lado. ¿Cómo podría yo emitir un juicio sobre eso si no conozco la maqueta, la dimensión, el número de mesas, el número de sillas, qué productos se van a expender? Son un chingo de preguntas que quedan en la nada. Nuestro problema es la duda ante la falta de información oficial”.
