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* Los afectados hicieron un llamado a los tres órdenes de gobierno para que se implementen programas emergentes que ayuden a la reactivación de esta industria local

J. ALBERTO SOLÍS LOEZA  /

Atoyac de Álvarez, 28 de Julio de 2020. La dura crisis económica que ha generado la pandemia del Coronavirus en este municipio de la Costa Grande también ha pegado a los fabricantes de ladrillos que tienen sus negocios en las colonias La Pindecua y Vicente Guerrero.

Explicaron que ante el desplome de las ventas que en esta temporada les redituaba mejores ingresos para sus necesidades prioritarias, así como la reinversión en sus negocios, es necesario recibir la ayuda de las autoridades.

Los afectados hicieron un llamado a los tres órdenes de gobierno para que se implementen programas emergentes que ayuden a la reactivación de esta industria local, ya que la difícil situación ha generado la pérdida de los empleos.

En las colonias Vicente Guerrero y Pindecua en la periferia de la ciudad, son visibles a la distancia los hornos y algunas estibas de ladrillo rojo que no se han vendido por la dura crisis, aseguraron.

Esta zona es considerada la de mayor producción de este material imprescindible en el ramo de la construcción, donde alrededor de 10 familias viven de esta importante, pero poco redituable actividad, ya que actualmente se han incrementado los costos de producción, señalaron.

En entrevista, don Emilio relató que en su caso particular desde hace más de 20 años iniciaron este negocio con su esposa en la colonia Vicente Guerrero.

Sin embargo, dijo que a raíz de la pandemia del Covid-19 disminuyeron drásticamente las ventas y a duras penas pueden solventar las deudas, ya que al igual que otras crisis que los han golpeado, se ven obligados a pedir dinero prestado para seguir trabajando y comprar los insumos, principalmente la concha de coco que utilizan para el cocimiento del tabique, cuyo costo es de mil pesos por tonelada.

El precio de cada tabique puesto en el horno oscila entre los 3 y 4 pesos dependiendo del grosor, pero el costo sube por el flete a domicilio, señaló.

Explicó que en temporada de lluvias el proceso de secado se prolonga e implica varios días de arduo trabajo para estibarlo y meterlo al horno, además, en ocasiones pagan la renta del terreno; desafortunadamente no hay recursos para contratar mano de obra «sí hay gente que quiere trabajar, pero no hay dinero para pagarle». Reiteró.

Por su parte, Thalia Vélez de la O, subdelegada de la colonia Vicente Guerrero, comentó que desde inicio de la pandemia del Covid-19 impera el desempleo, porque no hay trabajo en las tabiquerías.

Cabe mencionar que la contingencia del Coronavirus ha afectado a todo el sector ladrillero asentado en las diferentes colonias y comunidades de Atoyac, dónde los productores con esfuerzo siguen manteniendo la tradición que se hereda de manera generacional.

De acuerdo con datos oficiales, en otros puntos del país algunos artesanos ya se han declarado en quiebra y han cerrado sus galeras por la falta de apoyos y la escasez de los insumos que necesitan para esta noble actividad que ha formado parte de la historia de la humanidad.

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