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GUADALUPE RODRÍGUEZ   /

Acapulco, 20 de diciembre de 2022. En una cuestión de percepción, diciembre se vuelve el mes más corto del año y enero próximo inmediato el más largo por un factor: la economía. El flujo de efectivo se acelera a fin de año y desacelera al inicio del siguiente ciclo.

En diciembre, la mayoría de los ciudadanos asalariados pueden darse “ciertos lujos” como la compra de ropa, tecnología y enseres domésticos por la llegada del deseado aguinaldo y prestaciones laborales como son cajas de ahorro, entre otras. También salen a divertirse -gastar- por la ciudad, de manera que playas y centros de recreación “oxigenan” sus ventas.

En Acapulco, el agitado diciembre ya de por sí mercadológico, trae implícito un reto adicional para los ciudadanos: sobrevivir al tráfico vehicular. Como otras ciudades turísticas, Acapulco agudiza en fines de semana y temporadas altas por la falta de planeación y estrategias que permitan agilizar las vialidades y evitar embotellamientos y accidentes.

Aunado a la falta de educación vial y señalética en las calles, se suman factores como manifestaciones, baches, obras en proceso  y el creciente ambulantaje. El personal de tránsito honrado (que sí los hay) se limita a cubrir su turno y zona asignada sin entregar “algo más” o el “extra” que requiere una temporada vacacional decembrina post-pandémica en la Perla del Pacífico, y los viales rapaces -los que más abundan- aprovechan cada oportunidad para beneficio propio.

Es increíble que se anuncien operativos vacacionales pero no se diseñen planes para reorientar el tráfico de salida de Caleta a la Base sabiendo que sobre la Costera se encuentran una obra en Gran Vía, un tianguis oaxaqueño en Playa Manzanillo, el zócalo y malecón iluminados, villa navideña en Parque de la Reina. ¿No se aprendió nada del cierre vial por la Nao en la presentación de Yuri? ¿De verdad se estrangulará la zona tradicional nuevamente este diciembre? Es la zona donde llega el mayor número de autobuses turísticos (donde por cierto no hay estacionamiento asignado para ellos). De la carretera Acapulco-Coyuca para llegar a Pie de la Cuesta ni hablemos, la problemática es mayor.

Diciembre sobre ruedas en Acapulco es insufrible para algunos ciudadanos, al punto de replantearse la necesidad de salir o mejor hacer compras a domicilio en alguna aplicación, usar autos compartidos o sólo quedarse en casa para evitar muchos minutos de traslado, gastos en gasolina y prevenir accidentes. ¿Es justo que los residentes dejen de disfrutar la ciudad por darle paso a los turistas? ¿De verdad es imposible ponerse de acuerdo para lograr soluciones de manera coordinada prestadores de servicios, sociedad y gobierno?

Otras ciudades metropolitanas cuentan con canales de comunicación efectivos que reportan puntualmente si las principales avenidas tienen contratiempos y permiten que el conductor cambie la ruta habitual por una más funcional en caso de requerirlo. No todos tienen GPS o smartphone. 

Actualmente, esa función informativa la hacen los grupos de whatts app de noticias y redes sociales. Pero la radio como medio de comunicación -y especialista en el tema- tiene un área de oportunidad y debiera ser patrocinada por la SSP estatal o municipal o los órganos de comunicación oficiales.

Sin duda, diciembre será una gran temporada vacacional para Acapulco, pero ¿a qué costo?

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