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*El compromiso es claro: resolver el problema del agua potable y de la contaminación a la bahía, dijo el Ejecutivo federal

REDACCIÓN  /

Acapulco, 14 de agosto de 2020. El tema era infaltable: Acapulco está rodeado de agua pero, paradójicamente, se está muriendo de sed; la Capama está quebrada, saqueada por los gobiernos que han estado al frente en el municipio, ¿cómo se podrían obtener recursos para rescatar este organismo?, planteó el periodista Misael Habana de los Santos, de Al Tanto Guerrero, ante el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, quien ofreció la esperada conferencia de prensa en este puerto.
Pero habría que aprovechar la presencia del mandatario, y la andanada de preguntas incluyó el tema de la contaminación de la bahía de Acapulco y las imágenes “desgarradoras” -así las describió el comunicador- del vertimiento de aguas residuales que fueron tendencia en redes sociales y que generaron polémica nacional. ¿No se podría iniciar un programa de saneamiento (…) que sería el mejor programa de promoción turística del puerto?, preguntó.
A estas alturas, la presidenta municipal, Adela Román Ocampo, ponía especial atención a la respuesta que, contundente, dio el Presidente: Se van a resolver los problemas de la contaminación de la bahía y de administración de la Comisión de Agua Potable y Alcantarillado del Municipio de Acapulco, la Capama.
“Hemos estado hablando con la presidenta municipal”, refirió López Obrador, quien recordó que recién había recibido en Ciudad de México a la alcaldesa, Adela Román Ocampo, junto con funcionarios del gobierno municipal, “y hablamos del tema del agua, y tiene instrucciones la directora de Conagua (Blanca Jiménez) de atender el caso”.
Insistió, como para que quedara claro su compromiso con los acapulqueños, que pedirá a la titular de Conagua establecer comunicación “para que vea qué se puede hacer en los dos casos, en la contaminación y en la administración del agua, que ha sido irregular, pero lo importante es resolver los problemas”.
La presidenta festejó con la mirada, satisfecha sin duda de que sus gestiones comenzaban a rendir frutos en bien de los acapulqueños, quienes ansían tener un eficiente organismo operador del agua.
Antes, el Ejecutivo se había referido a diversos temas que le fueron planteados por comunicadores provenientes de varias partes del país: desde los problemas de la zona amapolera de Guerrero y la suerte de la gente del campo, la CNTE y la educación vía televisoras, la minería, e incluso contó anécdotas enmarcadas en la historia de México.
El tema del Covid-19 no pudo quedarse -y no se quedó- fuera de la agenda de este día, y el Presidente anticipó que muy pronto Acapulco podrá regresar a la normalidad; de hecho precisó que en dos meses habría mejores condiciones para el disfrute del Paraíso de América por propios y visitantes.
La confianza de López Obrador en una reapertura integral, de acuerdo a lo que dijo él mismo, tiene que ver, primero, con que la pandemia ha estado conteniéndose e incluso disminuyendo su incidencia; segundo, que la violencia igualmente se ha reducido y que, desde luego, la belleza del puerto es inmejorable.
Misael Habana, el periodista que más tiempo ocupó de las respuestas de López Obrador, también preguntó sobre el proceso electoral y las características que debería tener el próximo gobernador de Guerrero.
“Sobre las elecciones… yo no me ocupo de eso”, dijo al momento de hacer un gesto como expresando: “ya lo he dicho muchas veces”, y en cuanto a la otra parte de la pregunta, dijo que un gobernante, en cualquier parte del mundo, tiene que tener como objetivo principal servir al pueblo.

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