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PRD: el juego de la sucesión partidista

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OSSIEL PACHECO    /

 

El juego de la sucesión en la estructura del PRD está abierto. Las corrientes más representativas comenzaron a mover sus propuestas a la presidencia del Comité Ejecutivo Estatal (CEE) del partido del sol azteca en Guerrero con miras a ganar el liderazgo. De ello, dependerá si se mantiene la postura promovida actualmente por el presidente actual, Celestino Cesáreo Guzmán, quien empuja junto con liderazgos representativos en el estado que su partido establezca una coalición con el Movimiento de Regeneración Nacional (Morena) para las elecciones presidenciales de 2018 y respaldar a Andrés Manuel López Obrador.

Contrario a esta posición, la Nueva Izquierda (NI), mejor conocida como los Chuchos, en honor a sus líderes nacionales, Jesús Ortega Martínez, y Jesús Zambrano Grijalva, quienes empujan ir en coalición con el PAN en 2018, como ocurrió en los comicios estatales de 2016 en diversos estados del país, y este año en Nayarit, o con candidato propio que mine las posibilidades de triunfo del tabasqueño.

Eso está en juego en la renovación del partido del sol azteca en Guerrero; por ello, los grupos comenzaron a barajear sus cartas con más posibilidades. Están apuntados, el ex líder en el Congreso Local, Bernardo Ortega Jiménez, quien hace equipo con el ex secretario de Salud estatal, Lázaro Mazón Alonso, ex alcalde de Iguala, ambos promotores de la corriente de reciente creación el Movimiento Alternativo Social (MAS), quienes recorren el estado promoviendo las afiliaciones al PRD. El igualteco está de regreso al perredismo, tras su efímero paso por el Morena, y por el MC de Luis Walton Aburto.

Ha levantado la mano, el ex alcalde de Zihuatanejo de Azueta, Amador Campos Aburto, por la corriente Nueva Mayoría (NM) a la que pertenecen el alcalde porteño, Evodio Velázquez Aguirre, quien representa el factor de mayor poder al interior del perredismo guerrerense, y la actual secretaria general del Comité Ejecutivo Nacional (CEN) del PRD, Beatriz Mojica Murga, ex candidata a gobernadora en 2015.

Ambos, por sus posiciones representan las figuras más connotadas de ese partido en Guerrero, y seguramente están en la puja para obtener las postulaciones a las senadurías; aunque en el caso del edil porteño, tiene la posibilidad de buscar la reelección en la alcaldía porteña, aunque el desgaste que tiene, propio del ejercicio en el poder municipal, mengua sus posibilidades.

La NM es la única filial de los chuchos en Guerrero, luego de que la corriente que lidera el diputado local Sebastián de la Rosa Peláez, se deslindó de la NI y creó la Coalición de Organizaciones Democráticas Urbanas y Campesinas (CODUC), una de las principales expresiones al interior del partido, que ahora no tiene referente nacional, y al momento, se desconoce el nombre de la carta que impulsan a la sucesión partidista.

Alternativa Democrática Nacional (ADN) tiene dos vertientes en Guerrero, luego de la división que se generó entre el diputado federal, David Jiménez Rumbo y el dirigente estatal, Cesáreo Guzmán; ambos equipos todavía no destapan a sus gallos para el liderazgo perredista en Guerrero, pero es clara la confrontación entre ambos dirigentes cercanos al extinto Armando Chavarría Barrera, que parecen tener posiciones irreconciliables al menos para la contienda interna que se avecina.

También se han anotado, el ex secretario de Desarrollo Social del ayuntamiento porteño, Víctor Aguirre Alcaide, por la Unidad de Izquierda Guerrerense (UIG), corriente cercana a la bejaranista Izquierda Democrática Nacional (IDN), que en Guerrero traen de gallo al ex candidato a diputado federal por el distrito 8 de la Costa Chica, Oscar Chávez Rendón, quien en la pasada contienda interna buscó liderar al partido en Guerrero, pero se quedó en el camino. Chávez, tiene arraigo en el perredismo estatal, y podría representar una opción viable.

El Movimiento Jaguar prácticamente está desarticulado al interior del perredismo, más aun con la renuncia que presentó al senador Armando Ríos Piter a su militancia partidista para buscar posicionar una candidatura presidencial independiente para el 2018; mientras que Vanguardia Progresista (VP), aunque a nivel nacional tienen el jefe de Gobierno de la Ciudad de México, Miguel Ángel Mancera como su dirigente máximo, a nivel local poseen escasa presencia.

El aguirrismo se aglutinó en torno a la corriente Izquierda Progresista Guerrerense (IPG), pero tras la muerte de su máximo exponente, el ex diputado local, Ángel Aguirre Herrera, quien preparaba su regreso al escenario político con miras a lograr la alcaldía porteña, parecen estar en stand by, y algo desarticulados por el desastroso final que tuvo el sexenio de Ángel Aguirre Rivero, quien no concluyó su mandato, y con su renuncia a la militancia parece que dejó en la orfandad al sol azteca guerrerense.

 

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