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* El profesional de la salud estima que el incremento de contagios “en parte es consecuencia de la reapertura de la nueva normalidad”

* La autoridad legalmente está obligada a cuidar la salud de la población pero “todos deberíamos tener esa responsabilidad”, señala

* Tenemos que aprender a vivir con el virus; es improbable que haya vacuna este año, dice José Inocente Ariza Tapia

ROBERTO RAMÍREZ BRAVO    / Primera parte

 

Acapulco, 18 de julio de 2020. En Guerrero, advierte el médico neurocirujano José Inocente Ariza Tapia, “tenemos una situación muy dramática de la pandemia del covid 19”.

La entrevista se realiza en un restaurante de la Costera, en el contexto del regreso a la nueva normalidad. Con especialidad en neurocirugía, Ariza Tapia ha estado al pendiente del desarrollo de la pandemia, atendiendo casos que han derivado a su área de especialización.

“Los números -dice- rebasaron por mucho las expectativas que se tenían, por lo que se esperaba, y Guerrero es uno de los estados donde sin lugar a dudas nos ha golpeado de manera muy fuerte, y estamos viendo hoy un rebrote, que creo yo que en parte es consecuencia de la reapertura de la nueva normalidad”.

Aunque estima que era necesario abrir el sector social y económico, después de tres meses de confinamiento, porque muchas personas necesitan salir a ganarse el sustento, lo cierto es que “la gente no ha colaborado como debería, hay gente incluso que aún no cree que exista el virus, hay gente que se resiste a la sana distancia, que se resiste al uso del gel, al uso del cubrebocas”.

“La pandemia golpeó no nada más la salud, sino que golpeó lo económico, social, lo político también incluso. Entonces, todas estas características que tiene Guerrero, aunado a su índice de pobreza, al deficiente sistema de salud que aún tenemos, han hecho que nos golpee más severo que a otros estados”, reflexiona.

“Realmente -sostiene- es un problema serio, de salud pública, una cuestión muy grave, una mortalidad muy alta aquí en México, estamos por arriba de la media internacional de mortalidad; se ha manejado en el mundo alrededor de 5 al 6 por ciento de mortalidad, en México andamos promediando 10 por ciento de mortalidad, y en Guerrero hemos llegado al 16 por ciento de mortalidad. Es un estado golpeado”.

-¿Vamos a tener un nuevo brote por la reapertura?

-Sin lugar a dudas, atendiendo a la naturaleza del virus, y que hay que aclarar que es un virus que no se acaba de conocer, muchas cosas se siguen estudiando, hay reportes científicos de pacientes que tardan con síntomas muchas semanas, incluso hay un reporte de un infectólogo que habla de un caso que tardó muchos meses con síntomas un paciente. En el caso del período de contagio o la manera de contagio, es un virus altamente contagioso, y los últimos reportes de la OMS hablan de que ni siquiera se necesita el contacto de persona a persona, sino que puede quedar ahí el virus flotando en el medio ambiente, y eso puede generar un contagio. Eso hace que, sin lugar a dudas, sin temor a equivocarnos, podemos decir nosotros que va a haber un repunte, es más, ya lo estamos viendo.

La entrevista se realizó el 14 de julio. En ese momento, había 7 mil 632 contagios confirmados en Guerrero (cinco días después, son 8 mil 806), y la cifra de defunciones ya llegó a 1,183; estos datos habría que multiplicarlos por 8 o 10 según el método centinela que se aplica en el país, para tener una idea de la magnitud de los contagios.

“En este momento yo creo que todos tenemos un familiar, un vecino, que padece algún síntoma de covid, y los síntomas son muy variados: hay gente que nada más le da diarrea y fiebre, y piensa que fue otra cosa, y finalmente la enfermedad se puede manifestar así”, expresa.

“¿Qué tenemos -se pregunta- para defendernos de este virus? Si no tenemos a qué salir, estamos hablando de personas de la tercera edad, de niños que ahorita no hay clases, no deben de salir. Y los que tengamos que salir por alguna actividad económica o en mi caso atendiendo pacientes, tenemos que hacerlo con las medidas preventivas: cubrebocas, caretas, gel, estornudo de etiqueta, la sana distancia. Y aun así, se va a seguir transmitiendo el virus, por esto que comunicó la OMS últimamente, que puede haber transmisión ambiental”.

-Las autoridades, no sé si usted tiene información de si están haciendo un mapeo para ubicar las áreas de más infección, dónde están los potenciales activos, cómo está esa distribución geográfica.

-Sin lugar a dudas, epidemiológicamente hablando, debe de hacerse un mapeo. La dirección de Epidemiología de los Servicios Estatales de Salud debe de tener un mapeo, yo no lo conozco en exactitud. Lo que sí conozco con los datos macro; los municipios en problemas, somos los que tenemos más población. Acapulco, desde que empezó esto, siempre hemos estado en primer lugar y seguimos en primer lugar y se ve difícil que alguien nos quite el primer lugar por el número de habitantes que somos; en segundo lugar ha estado Chilpancingo, que es el otro municipio más poblado; en un tiempo estuvo Iguala, como un problema porque la gente no creía, ahí sí fue un factor social y cultural muy fuerte, y en estos momentos con la nueva normalidad, que quizá tenga que ver con el turismo, estamos viendo un repunte muy fuerte en Zihuatanejo, que ya desbancó a Iguala en el tercer lugar, ahorita somos Acapulco, Chilpancingo, y sigue Zihuatanejo que está teniendo un repunte muy importante de casos.

“Entonces debe hacerse un mapeo para evitar (contagios), pero aquí la situación es que las medidas universales de prevención son para todos, y todos las deberíamos hacer nuestras, todos deberíamos tener esa responsabilidad. Mientras existan personas que no crean, que sean escépticos, el virus se va a seguir transmitiendo”.

-¿Y la comunicación que ha desarrollado el gobierno del estado, que es la instancia sanitaria en Guerrero, habrá sido suficiente para informar a un ciudadano común a dónde va a acudir cuando sienten síntomas?

-A mí me parece que ha habido una buena comunicación de la Secretaría de Salud federal y la Secretaría de Salud estatal hacia los ciudadanos: se les ha dicho de manera clara que mientras no cooperemos para disminuir la movilidad, el problema va a seguir. Pero aquí es donde yo hablaba hace rato que estamos en una telaraña. ¿Cómo le decimos a una gente que vive al día, que tiene un trabajo informal “no salgas”? Entonces vamos a tener que aprender a vivir con este virus que llegó para quedarse; yo lo decía desde que la OMS anunció que esto ya iba a ser una pandemia. Es la manera de comportarse de los virus que provocan infección de las vías respiratorias. Entonces hay que aprender a vivir con este virus, creo que los mensajes son contundentes: es un problema grave, un problema serio. Si en algún momento se manejó como que iba a pasar en pocos meses, la realidad nos rebasó. Ahorita queda claro que fácil nos vamos a echar todo el año con este problema, y quizá más. Porque lo estamos viviendo y viendo en otros países: quienes ya habían solucionado su problema de crisis aguda por la pandemia, están teniendo un rebrote como lo tuvo China, lo tuvieron algunos países de Europa ya, y a nosotros en diciembre se nos va a juntar con la influenza estacional, desde noviembre; entonces no se vislumbra un año fácil, va a ser complicado, ya lo está siendo, tanto la cuestión de la salud, que es donde golpea directamente el covid, y sus daños colaterales como son lo social, lo económico sin lugar a dudas, y lo político, ¿por qué no decirlo? Todo está influyendo.

(continuará) segunda parte aquí

 

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