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* Acuerdan dar seguimiento al asesinato de los sacerdotes en Taxco, informa el gobernador

REDACCIÓN   /

 

Chilpancingo, 15 de febrero de 2018. El gobernador Héctor Astudillo Flores sostuvo un encuentro con el obispo de la diócesis Chilpancingo-Chilapa, Salvador Rangel Mendoza, con presencia del arzobispo de Acapulco, Leopoldo González González.

El encuentro se llevó a cabo esta mañana en la residencia oficial Casa Guerrero, y el tema central fue el asesinato de los dos sacerdotes ocurrido en Taxco en días pasados.

“En este encuentro abordamos diferentes temas de interés para la sociedad y de la propia iglesia; acordamos dar puntual seguimiento al caso de los sacerdotes que lamentablemente perdieron la vida en Taxco”, refirió el mandatario estatal en un mensaje a través de su cuenta de Twitter.

“Agradezco la oportunidad que me brindaron el Arzobispo Leopoldo, el Obispo Rangel y el Padre Salvador para realizar este importante diálogo que abona al respeto de las instituciones”, agregó.

El encuentro se llevó a cabo después de varios días de un golpeteo verbal entre el gobierno del estado y la diócesis, que comenzó cuando el fiscal Xavier Olea Peláez, al informar sobre el asesinato de los sacerdotes Germaín Muñiz García e Iván Añorve Jaimes, habían participado en una fiesta –sin indicar que se trató de la fiesta del pueblo, por el Día de la Candelaria- donde estuvieron presentes grupos de narcotraficantes de Guerrero, Morelos y Estado de México.

En esa fiesta, según el relato del fiscal, los policías estuvieron emborrachándose y participaron en “un conflicto” entre diversas personas y los acompañantes de los religiosos. Por ello los mataron, y porque el sacerdote Germaín había sido visto un año atrás en una fotografía donde aparece con un grupo armado y él mismo portando un arma. Los adversarios de ese grupo, al parecer, creyeron que estaba inmiscuido y lo mataron, estableció el fiscal.

El obispo por su parte recriminó que se estuviera revictimizando a las víctimas, dijo que en Guerrero hay un gobierno formal pero son otros los que mandan, y demandó la destitución de fiscal. El gobernador a su vez respondió pidiendo que dejen al fiscal hacer su trabajo. El obispo afirmó que continuará buscando los acercamientos con grupos delictivos para instarlos a que bajen a la violencia porque las autoridades no han podido resolver el asunto. Después, el obispo declaró que de la Secretaría de Gobernación le reclamaron sus dichos y le pidieron bajar la confrontación con el gobernador.

Esta mañana ocurrió el primer encuentro entre Astudillo Flores y el obispo Rangel Mendoza, lo que podría ser un primer paso para distender la relación entre ambos.

 

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