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* “Dime si no estás de acuerdo, y te rompo la cédula”, amaga servidora de la nación a ciudadana que se quejó porque su vivienda fue catalogada como daños menores

ROBERTO RAMÍREZ BRAVO    /

 

Acapulco, 18 de septiembre de 2021. El censo de damnificados por el terremoto de 7.1 grados del 7 de septiembre, ordenado por el presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, inició este viernes, 10 días después del sismo, y continúa hoy sábado, en forma un tanto caótica.

Damnificados han denunciado que se lleva a cabo con lo que parece favoritismos y excluyendo importantes áreas que sufrieron afectación, y con poco tacto por parte de los servidores de la nación. La subsecretaria del Bienestar, Ariadna Montiel Reyes, personalmente está encabezando estos trabajos, junto con el gobernador Héctor Astudillo y el delegado federal Iván Hernández Díaz.

De acuerdo con el Plan de Atención de Atenciones por el Sismo del 7 de Septiembre de la Secretaría de Bienestar, se revisarán 24 municipios del estado.

El punto donde se generó mayor controversia el viernes y el sábado fue en la unidad habitacional Pedregal de Cantaluna, donde unas 600 viviendas resultaron afectadas, porque los servidores de la nación no hicieron el censo casa por casa, sino se saltaban de una vivienda a otra muy lejana, siguiendo un padrón que todo mundo desconocía. Eso generó el viernes muchas molestias, y el sábado más todavía. El viernes, cuando concluyó la jornada y se había visitado apenas una parte, los servidores de la nación pidieron hacer una lista de los condominios 8 y 9, que habían sido saltados en su recorrido, para iniciar con ellos al día siguiente.

Pero el sábado continuó la misma operación. Los servidores comenzaron con la etapa Giraldillas, considerada “zona VIP” del fraccionamiento y luego pasaron a otra área donde hay albercas, y excluyeron otra vez a los condominios 8 y 9, hasta que los condóminos fueron a buscarlos y los llevaron con presiones. Entonces hubo tensión porque a los departamentos de las partes altas no los quisieron censar alegando que por lógica, si los de la parte baja ya habían sido censados y tenían daños severos, los de arriba también estaban afectados aunque no tuvieran las grietas que tienen. Pero no los incluyeron en el censo.  A las 2 de la tarde los servidores de la nación se retiraron.

“Si no estás de acuerdo, dímelo y te rompo la cédula”

En Cantaluna, servidores de la nación andaban molestos, porque los vecinos no aceptaban ni el orden en que querían hacer los censos, o porque los vecinos querían grabar y ellos no querían, o porque los damnificados no estaban de acuerdo con la catalogación del daño que hacían. Una vecina reclamó que hubieran clasificado su vivienda como daño menor cuando tenía visiblemente más daños que una que acababan de catalogar como daño mayor.

“Si no está de acuerdo, entonces dígame y le rompo aquí la cédula”, le dijo la servidora de la nación. “¿Sabe qué, señora?, no voy a discutir con usted; usted ya está siendo considerada, ya entró en el programa” -insistió la funcionaria.

Y como la propietaria del inmueble insistía en reclamar la clasificación, la servidora molesta le reviró:

-¿Está de acuerdo o no está de acuerdo?

-No estoy de acuerdo en que me haya puesto daños menores.

-Entonces rompemos el formato.

-¿Por qué lo va a romper?

-Entonces, señora, ya está el apoyo. ¡Vámonos! -dice a su compañera.

 

Otras exclusiones

En Acapulco, en la colonia Ricardo Morlett Sutter, ubicada en la parte alta de la Nueva Era, hay daños que tampoco serán censados. José León Asunción relató que su vivienda tuvo cuarteaduras en una barda, y sus vecinos también tuvieron afectaciones, que se organizaron para entregar sus documentos, pero de pronto se enteraron que no están dentro de las colonias que la Secretaría del Bienestar determinó incluir dentro del censo.

En el callejón Puente Alto, del Barrio del Panteón, en el centro de Acaplco, los vecinos tuvieron que organizarse para derribar una barda que estaba a punto de caer, porque ni personal de Protección Civil del municipio ni del estado acudieron para brindarles apoyo. Tampoco el censo.

En la colonia Alto Mirador, pegado a la colonia Morelos, cerca del Parque Nacional El Veladero, que tampoco aparece en la relación de colonias afectadas de Acapulco, vecinos informaron que ahí hay muchas afectaciones y hay muchas afectaciones, entre ellos el muro de la cancha pública, así como viviendas, pero solo los visitó el Ejército, aunque quienes iban al frente dijeron que esa colonia no era prioridad, y desde entonces están abandonados. No hay censo para ellos.

Foto Raúl Sendic García Estrada.

Por su parte, el ex panista José Luis Iglesias Nava hizo un llamado al delegado federal Iván Hernández para que difunda la lista completa de colonias que van a ser tomadas en cuenta en el censo, ya que dijo que solo se ha publicado una programación para visitar la zona suburbana, pero no así el centro de Acapulco, donde también hubo daños de consideración.

En una publicación que circuló este viernes en el periódico Milenio, el ex gobernador Ángel Aguirre Rivero escribió que “no existió un programa inmediato para la evaluación de los daños, apenas a nueve días del terremoto inició el censo de damnificados, luego de que se emitiera la declaratoria de desastre para 16 municipios. Llama la atención la ausencia del Consejo Nacional de Protección Civil de la vida pública. No se conoce que se haya instalado para sesionar y coordinar acciones de Federación, estados y municipios. Evaluar la condición de las estructuras de muchos edificios y viviendas es una medida indispensable para prevenir desastres. Y no se ha hecho. Los guerrerenses pedimos el mismo trato que se le dio a Ciudad de México en 2017, ni más ni menos”.

 

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