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GUADALUPE RODRÍGUEZ   /

Acapulco, 25 de noviembre de 2022. Por novena ocasión miles de cabalgantes provenientes de distintas ciudades y países desfilarán sobre la Avenida Costera Miguel Alemán este sábado 26 de noviembre en Acapulco.

Muchos ciudadanos que no simpatizan con los equinos y sus cabalgantes, refieren el evento como la “cacalgata”. Por las heces fecales que quedan tras el paso de los cuadrúpedos y despiden un fuerte olor.

Otros factores que han generado animadversión entre los acapulqueños es el congestionamiento vial y el excesivo alcohol con las consecuencias que generan, ¿Cómo olvidar el caballo que entró a comprar a un Oxxo en 2018? “Cóbrame, porque está todo desesperado” –se apuraba a decir su jinete al cajero–, se hizo viral.

Lo cierto es que la expectativa de la cabalgata ha permeado a todos los sectores sociales del puerto. Como espectáculo, como oportunidad de ingresos o como afectación vial. La economía local se mueve y eso nadie lo puede negar. La oferta hotelera y extra hotelera, sobre todo en la zona diamante, se ve beneficiada. Los centros de consumo del asta bandera al centro de convenciones se abarrotan. De las tiendas de conveniencia ni hablamos, esas son las grandes ganadoras. Además de la gente que  trabaja directamente con esa ganadería.

A lo largo de distintas administraciones estatales y municipales, los Cabalgantes Unidos de Guerrero han logrado continuidad en la realización de su evento sólo interrumpido por la pandemia. Y es que las autoridades reconocen que además de ser un atractivo para visitantes y locales que disfrutan los bellos ejemplares, la organización del comité  y el respaldo empresarial bien merece la críticas.

La UNESCO, en 2011, inscribió la Cabalgata de los Reyes en el sudeste de la República Checa en la lista representativa del  Patrimonio cultural inmaterial de la humanidad, en América Latina, Colombia, ya considera las cabalgatas patrimonio cultural. ¿La justificación? Son parte de la historia y la tradición del país. Agrupa a las comunidades, representa una diversión por la apreciación  a los ejemplares y sus destrezas. En México, los estados de Baja California Sur, Zacatecas, Tlaxcala, Sonora, Hidalgo y Nuevo León reconocen la cabalgata como expresión cultural inmaterial.

En Guerrero, un sinfín de festividades locales inician con una cabalgata, ya que son parte de la cultura de los pueblos, un espectáculo de apreciar, entre ellos destacan los charros o escaramuzas montando un hermoso caballo. Hoy día, el Congreso del Estado de Guerrero analiza la propuesta de considerar el 12 de abril como el Día de la Cabalgata y sea reconocida como patrimonio cultural del estado, turnada a la Comisión de Cultura en espera, análisis y emisión del dictamen correspondiente.

De aprobarse, se esperaría también que se emitan las reglamentaciones que delimiten la logística, difusión y participación de los municipios y el estado para hacer de esta actividad el evento familiar y de convivencia para propios y extraños. Y que el turismo que trae consigo, sobre todo en Acapulco,  diversifique y extienda su derrama económica que tanta falta hace.

La molestia por la “suciedad”, congestionamiento vial, falta de logística que se pudiera vivir este fin de semana, no será distinto al que se ha vivido en otros tantos eventos turísticos -culturales – políticos que ha tenido Acapulco. Y se puede prevenir con planeación, coordinación y difusión. De eso, nadie puede culpar a los caballos.

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